La concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas, ha querido zanjar las críticas posteriores a la anulación de la Cabalgata de Reyes, el pasado día 5 de enero. "Ojalá hubiéramos tenido una bola de cristal para saber que no llovía y que la Cabalgata hubiera salido", apuntó. Cabezas ha justificado que la decisión final fue tomada a las seis de la tarde siguiendo las indicaciones de los técnicos de luces y sonidos. "Nos dijeron que ni siquiera con lluvia fina podían salir por el riesgo de los instrumentos y los acróbatas nos trasladaron que corrían peligro", ha informado en una comparecencia pública.

Por otro lado, la concejala de Cultura ha justificado el rechazo a recibir a los niños en un pabellón polideportivo. "No hubiera dado el mismo efecto que en el salón de plenos del Ayuntamiento", aseveró. Sobre las colas, Cabezas llamó a entender la situación, dado que "los Reyes son tres", en relación a la cantidad de niños que tuvieron que recibir. Y finalmente, la titular de Cultura rechazó de plano que la Cabalgata se suspendiera "por miedo" a competir con la pujante Cabalgaza, dado que el Ayuntamiento apoya ambas iniciativas.