Un encuentro culinario fue el mejor homenaje que pudo hacer la Colonia Zamorana de Cuba al desaparecido Jesús Sandín, quien fuera el "alma mater" de los programas Raíces y Añoranza de la Diputación Provincial de Zamora. Muy querido por los emigrantes zamoranos en Cuba, desde la directiva de esta agrupación se le quiso realizar un original reconocimiento a su labor, puesto que tanto hombres como mujeres, puesto que este acto también sirvió para conmemorar la Jornada por la Eliminación de la Violencia de la Mujer, se seleccionó la elaboración de quince platos, cuyas recetas están recogidas en el libro que escribió el propio Sandín junto con su hija Ana.

La presidenta de la colonia, María Antonia Rabanillo, fue la encargada de abrir esta actividad, ofreciendo unas palabras sobre Jesús Sandín, al que calificó de "amigo" visiblemente emocionada. A continuación, todos los participantes pudieron disfrutar de un vídeo elaborado por jóvenes socios de la agrupación, donde se destacaban aspectos y momentos relevantes de la vida del homenajeado, que finalizaba con el "eterno agradecimiento" a su labor en la colonia.

La elaboración de los platos elegidos fue todo un acontecimiento para los socios, puesto que estaban vinculados a la rica cocina tradicional zamorana, con el aliciente de recordar a una gran persona. Tras emplatar los diferentes menús, el resto de socios entró a disfrutar de esta singular exposición, donde cada uno de los cocineros explicaba cómo había cocinado su receta elegida, así como los ingredientes seleccionados.

Después de los detalles de cada participante, llegó el momento de degustar desde alubias blancas estofadas con chorizo hasta arroz de pueblo, arroz de boda, lentejas guisadas a la antigua, olla podrida, conejo en escabeche y paella, para finalizar con el toque dulce que dieron el tradicional arroz con leche y las cañas zamoranas, uno de los platos que más sorprendió al público.

Sin olvidar que también se celebraba el día de la igualdad entre hombres y mujeres, los platos estuvieron elaborados al 50% entre unos y otras. En el caso de los participantes masculinos, se les obsequió con un presente por su buen hacer en la cocina.

No fue esta la única actividad celebrada en la Colonia Zamorana de Cuba por la erradicación de la violencia contra la mujer, puesto que, pocos días después, más de un centenar de miembros se volvió a reunir en la sede vistiendo prendas naranjas, color de la campaña "Pinta el mundo de naranja" como apoyo a este día mundial. Volvió a dirigir este encuentro la presidenta de la colonia, María Antonia Rabanillo, quien dio paso al documental "Estoy viva y lo voy a contar", donde bajo la dirección de Lisette Vila e Ingrid León se reúnen catorce testimonios de mujeres que han sufrido la violencia, ya fuera física, sexual, psicológica, laboral, económica o institucional.

"Cada testimonio es valioso y altamente conmovedor. El documental incita a hablar sin miedo, sin vergüenza y sin culpa, que son los frenos que impiden a la mayoría de las mujeres contar sus historias y buscar ayuda", según las palabras de la realizadora Lisette Vila.

A este acto también acudieron los especialistas en pediatría Lázaro Alfonso Novo y Beatriz Argota, quienes expusieron sus puntos de vista en el tema e hicieron reflexionar a los presentes sobre las causas y consecuencias en el tema, además de promover el debate entre el público.