La última semana del año ha dejado una tasa de incidencia estimada de la gripe para Castilla y León y para Zamora mucho más alta que la registrada en jornadas anteriores. El número de casos registrados está en el límite de la intensidad media, ya muy por encima del umbral epidémico. Aunque los virus del tipo B son los predominantes en esta semana se han aislado virus del tipo A en muestras centinelas y no centinelas, apunta Sacyl. Es previsible que la incidencia de la gripe continúe aumentando durante los próximos días máxime si, como parece, caen las temperaturas a finales de esta semana y comienzos de la próxima.

La población más afectada sigue siendo la que está por debajo de los quince años. De hecho, en los menores de cuatro años la tasa de incidencia acumulada se dispara hasta casi 2.500 casos por cada 100.000 habitantes, cifras verdaderamente altas pero que van en la línea de lo sucedido durante los últimos ejercicios. Entre los que tienen cinco y catorce años la tasa de incidencia supera los 1.500 casos por cada 100.000 habitantes.

Los casos bajan conforme avanza la edad de los enfermos hasta que en los mayores de 75 años alcanzan cifras realmente bajas -en comparación con las de las franjas de edad anteriores- con menos de doscientos casos por cada 100.000 personas.

Ante el previsible aumento de casos de las próximas semanas los responsables del sindicato Satse aseguraban, en la edición de ayer de este diario, que sería necesario "aumentar la plantilla sanitaria" en la provincia de Zamora. "Los picos de gripe pueden saturar los servicios de Urgencias y es algo que se puede prever, pues sucede año tras año", apuntaba María Ballesteros. Satse pretende, indican sus responsables, que no se produzcan episodios de colapso en Urgencias como los vividos durante las últimas jornadas de Nochevieja y Año Nuevo, cuando se llegó a atender a cuatrocientas personas.