Agotadas... pero encantadas. Así se mostraban ayer Leticia y Eva, las mamás de Ignacio y Alan, los dos retoños que captaron la atención mediática durante el día de Año Nuevo en la tercera planta del Hospital Virgen de la Concha.

En la habitación dieciocho, un avispado Ignacio Casado Romero observaba atónito a las cámaras ante la mirada de sus primerizos padres: Leticia, procedente de Lober, y José Ignacio, oriundo de Valer de Aliste. La pareja, afincada en la capital zamorana, no quitaba ojo de su primer hijo. Pese a que la fecha del parto estaba prevista para el 22 de diciembre, la suerte quiso demorar el plazo hasta el pasado domingo 31 de diciembre a las 20.30 horas, apurando los últimos compases del año para dar vida al último zamorano del año. "Las uvas nos pillaron con la primera vez que la madre le daba el pecho y veíamos los fuegos artificiales desde la ventana", recordaba el padre esbozando una sonrisa mientras mecía entre los brazos al pequeño, un bebé de 3,6 kilos y 49 centímetros que nació por cesárea. Su nombre, Ignacio, fue elegido en recuerdo de su abuelo paterno, tristemente fallecido en un accidente laboral.

Unos metros más adelante, en la habitación número ocho, Alan García Juárez dormía plácidamente en la cuna del Complejo Asistencial pocas horas después de haber venido al mundo. A diferencia de Ignacio, él en cambio se adelantó. Su madre salía de cuentas el próximo 8 de enero, pero después de las campanadas, Ignacio decidió abandonar el vientre materno para ser el primer zamorano en dar la bienvenida al 2018. A las 09.40 horas del día ayer, lunes 1 de enero, Alan venía al mundo tras un parto natural, aunque algo más "enrevesado" que el de su primer hijo, al que alumbró en apenas cuatro horas. En el momento del posado, el pequeño hermano de 5 años aún no había conocido en persona al nuevo integrante de la familia, de 2,9 kilos y 48 centímetros de altura. Expectante ante el encuentro y radiante, como si no hubiera pasado toda la noche en el paritorio, Eva Juárez reconocía a sus 33 años que se queda con las ganas de una niña, pero también confesaba que ya no la va a buscar. ¡Bienvenidos!