Roales es la localidad zamorana que más ha crecido en población durante el último año, con 33 habitantes más, y toma el relevo de Morales del Vino, que este año incluso ha perdido habitantes. Es la sorpresa que deparan los datos del padrón de habitantes convertido ya por el Ministerio de Economía en las cifras oficiales de población que regirán para todo 2018. A Roales le siguen como pueblos con mayor crecimiento otras dos localidades del entorno de Zamora que cuentan además con residencias de ancianos, como Peleas de Abajo, que gana 29 empadronados y Moraleja del Vino, con 24. A continuación están Cerecinos de Carrizal, con 23, Villafáfila con 15, Moraleja de Sayago con 13, Coreses y Valcabado con once y Villanázar con 10. En entorno de Zamora pierde fuelle y aunque algunas localidades como las mencionadas Arcenillas y Montamarta ganan población, lo hacen a un ritmo mucho menor que años anteriores.

Y es que si la provincia pierde habitantes, 3.002, que dejan la cifra oficial de residentes en 177.404, ya no sólo son los núcleos rurales los que sufren la sangría poblacional, sino también las poblaciones más importantes. En cabeza Zamora capital, que baja de los 63.000 vecinos (se queda en 62.389) después de perder 828 en un solo año. Malos datos también en Toro, que baja de los nueve mil habitantes, y se queda con 8.974 tras perder 141 en el último año. La caída es más moderada en Benavente, con 78 vecinos menos que dejan la cifra total en 18.237, cada vez más lejos de los ansiados veinte mil que se llegaron a rozar no hace tantos años.

Es cierto que también la zona rural pierde habitantes, como demuestran los malos datos de Galende, con 73 vecinos menos y que mantiene por poco los mil habitantes (tiene 1.068), Fuentesaúco que se deja 55 y baja de los 1.600 (se queda en 1.551), Trabazos que retrocede 54 vecinos, Riofrío de Aliste 38, San Cristóbal de Entreviñas 37, Alcañices 35, Fonfría 34, Fuentelapeña y Camarzana de Tera 32, Pedralba de la Pradería 32 y Gallegos del Río 30. Pueblos grandes, como Morales del Vino y Villaralbo pierden también población, respectivamente 16 y 14 vecinos.

Entre los que bajan de categoría y pierden su puesto entre los mayores de mil habitantes están Santibáñez de Vidriales (998 vecinos tras perder 23) y Morales de Toro (987 después de caer 21).

Con menos de 500 se queda Ferreruela (pierde seis y está ahora con 498 habitantes), mientras el "club" de los menores de cien almas permanece sin nuevas incorporaciones. El pueblo con ayuntamiento propio más pequeño de la provincia es Quintanilla del Olmo, que tiene 33 habitantes, seguido de Pobladura de Valderaduey, con 39.