El conflicto sobre la aprobación del presupuesto del Ayuntamiento de Zamora para el año 2018 ha consumido un capítulo más tras el primer acercamiento entre el equipo de Gobierno, el grupo municipal de Ciudadanos y la concejala no adscrita. Una llamada realizada por Francisco Guarido que busca resolver una situación que hace tan solo tres días parecía insalvable. Los plazos que se manejan actualmente son de diez días, doce a lo sumo. Un tiempo que el alcalde considera "razonable" para ver si existe voluntad por las tres partes de llegar a un acuerdo. La premisa de Alcaldía es que el pacto debe ser rápido para eliminar la situación de bloqueo lo antes posible. En caso contrario, se optaría por lo que Guarido llama "las segundas opciones", que no son otras que una moción de confianza o la drástica moción de censura.

El varapalo sufrido por el equipo de Gobierno el pasado viernes al ver tumbado su proyecto de presupuestos ha generado trabajo extra navideño en la Casa de las Panaderas y un amplio cruce de palabras entre miembros de la Corporación a través de los medios de comunicación. Situación que, afirman las partes, va a cambiar. Así lo ha afirmado Francisco Guarido, quien ha anunciado el inicio de contactos con Ciudadanos y la concejala no adscrita para desenredar la madeja. "Dije que los iba a llamar y les he llamado. Pero hemos acordado todas las partes que solo volveremos a hablar cuando realmente exista algo concreto que decir tanto por parte de Ciudadanos, como por parte de la concejala no adscrita y por nuestra propia parte", explica el alcalde.

Pese a este pacto por la discreción, sí que han trascendido algunos datos sobre el escenario que se vislumbra de cara al futuro para desbloquear las cuentas del Ayuntamiento de Zamora. "Hemos acordado entrevistarnos para ver si podemos llegar a un acuerdo. Ese es el primer paso. Y repito lo que ya he dicho, si no se llega a un acuerdo, habrá que pensar en las segundas medidas que ya hemos anunciado", explica el alcalde. Unas medidas que se reducen a dos: que el alcalde se someta a una cuestión de confianza o que la oposición plantee una moción de censura. Planteamiento, este último, del que ningún grupo municipal ha hablado salvo el propio alcalde, que fue quien lanzó la posibilidad nada más terminar el Pleno del pasado viernes.

El acuerdo, en cualquier caso, habrá de ser rápido si es que se produce. "Manejamos un horizonte de unos diez días, como máximo doce. Creo que es un plazo razonable para ver si hay pacto o no lo hay. Además, eso se verá enseguida en cuanto nos sentemos, si es o no posible profundizar en el asunto. Y si en esos diez días no conseguimos un acuerdo, creo que ya podríamos plantearnos otras cuestiones para no alargar más en el tiempo esta situación", comenta Francisco Guarido.