La idea surgió tras una inocente pregunta en la red social Facebook. Algún aficionado a las motos de otra ciudad preguntó si en Zamora no se celebraba una "papanoelada" -una actividad consistente en animar a los moteros a realizar un recorrido por la ciudad para llevar alimentos a una ONG- y un grupo de aficionados recogió el guante y se puso manos a la obra en tiempo récord y con un resultado más que satisfactorio.

Como en otras "papanoeladas" repartidas por el país, el objetivo de este encuentro no es solo la concentración de motos, sino que tiene un fin solidario. En este caso, el objetivo era llevar varios kilos de comida -en sus propias motos- hasta el Banco de Alimentos de Zamora. Y, coincidiendo con las fechas navideñas, ataviados como auténticos papás noeles. Además, muchos de los participantes optaron no solo por disfrazarse ellos, sino también por decorar sus motos con guirnaldas, espumillón e incluso pequeñas luces de colores.

"Ha venido muchísima gente, de todas las edades", agradecía Lorena Bartolomé, una de las organizadoras de esta divertida propuesta. "Además, la gente se ha animado no solo de Zamora, sino que también se han acercado moteros de otros lugares, como Benavente o Villardeciervos", añadía.

Aunque, debido a la premura de la organización, no se pudo solicitar el permiso para cortar el tráfico durante el transcurso del acto, en la tarde de Nochebuena, la comitiva recorrió la ciudad sin incidentes y aportando animación a diferentes zonas de la capital.

De esta manera, numerosos zamoranos se vieron sorprendidos por la calle, a pocas horas de sentarse a la mesa para disfrutar de la primera de las cenas familiares de estas fechas con la comitiva a dos ruedas, que pasó por zonas como trascastillo, plaza Alemania o La Marina.

El punto de encuentro, pasadas las cuatro de la tarde, era el aparcamiento de la Ciudad Deportiva, una zona lo suficientemente amplia para dar cabida a los más de cien aficionados que se animaron a participar en esta primera edición de la "papanoelada" zamorana.

La sede de la ONG, en la carretera Villalpando, era la meta de este singular recorrido. Allí varios voluntarios del Banco de Alimentos esperaban para recoger los donativos, que habían viajado en moto. Más de cien kilos de generosidad en forma de lentejas, aceite o incluso papillas infantiles.

Prácticamente desbordados por el éxito de participación que ha supuestos esta primera edición de la "papanoelada" en Zamora, sus organizadores ya reconocen que será más que probable que haya una segunda el próximo diciembre. "Algunos incluso ya nos pedían volver a repetir la experiencia dentro de unos días, coincidiendo con la festividad de Reyes", apunta Lorena Bartolomé. Sin embargo, habrá que esperar hasta las navidades de 2018 para volver a disfrutar de una caravana a dos ruedas que lleva toda la solidaridad de los zamoranos al Banco de Alimentos.