No están todos los que son, pero es, sin duda, un paso para que algún espacio albergue una amplia colección de creadores de esta tierra. El Museo Catedralicio abrió ayer una nueva sala bautizada con el nombre de artistas zamoranos, donde reúne 22 obras efectuadas por 21 artistas locales o vinculados con la provincia.

"El Cabildo tenía la idea de poder congregar en esta sala, que antes albergó el arte pétreo, el mayor número de artistas zamoranos o vinculados a Zamora y con motivo de la muestra de Edades del Hombre en Toro hablamos con los artistas y lo que vemos es fruto de ese camino", mencionó el deán y director del Museo Catedralicio, José Ángel Rivera de las Heras. El sacerdote lamentó que sea "un poco tarde, pues algunos artistas ya no están como Castilviejo, Torre Cavero y otros tantos?, pero en el siglo pasado y el presente ha habido una pléyade de artistas importantes que no contaban con un museo o galería para estar expuesto de manera permanente". La Catedral, según explico el sacerdote, barajó inicialmente que las piezas a exhibir estuvieran relacionadas con la seo, pero finalmente cada uno aporta una obra "en su estilo propio y su técnica", remarcó el delegado diocesano de Patrimonio que enfatizó que las creaciones son donadas por los artistas o sus descendientes.

La dependencia reúne una obra de Alfonso Bartolomé, gracias a la donación de su viuda; un cuadro de una pastora alistana pintado por Ricardo Segundo y un acrílico y óleo el interior de la sacristía de Francisco Javier Casaseca García que dialogan con cuadros de Ricardo Novoa, que aporta una vista de la Catedral desde San Frontis; de Enrique Seco San Esteban, con una pieza costumbrista que con el fondo de la seo muestra el trabajo de las lavanderas; de Fernando Lozano Bordell, con una acuarela del primer templo diocesano, en tanto que Ángel Luis Esteban Ramírez contribuye con una tinta sobre papel que evoca el incendio de la Catedral de 1591.

Otra pared la ocupan una bellísima acuarela de Satur Vizán del interior de la seo con la rejería de la capilla mayor, un cuadro de Antonio Martín Alén que fija su atención en "David y Goliat", un Crucificado en madera de nogal, hierro, realizado este año por Ricardo Flecha Barrio, mientras que Carlos Piñel presenta un cuadro centrado en los instrumentos de la Pasión de Cristo.

De Isauro Luengo, quien hizo el busto de Ramos Carrión, se pueden conocer dos grandes retratos, uno efectuado al chantre José María Carrascal y otro al magistral Francisco Romero López, donado por los herederos del eclesial. Entre ambos cuadros se encuentran una obra de Gallego Marquina, fechada en 1929 y cedida por las Hijas de la Caridad de Zamora.