La gripe ya está aquí. Y esta temporada, además, ha llegado antes de lo que suele ser habitual, seguramente por influencia de las heladas y el frío, que tienen mucho que ver con el fenómeno.

La Red Centinela Sanitaria de Castilla y León ha detectado en la semana 50 del año, entre los días 11 y 17 de diciembre, un incremento de los casos de gripe, que llega a una tasa de incidencia de 82,38 casos por cien mil habitantes, es decir, por encima del umbral de lo que se considera epidemia, que está fijado en 50 casos por cien mil. Así lo dice la Red Centinela: "Esta semana la tasa de incidencia estimada para Castilla y León ha superado el umbral epidémico". Los virus detectados son mayoritariamente del tipo B y afectan principalmente a niños, aunque también se aprecia una circulación esporádica de virus AH3 en adultos.

Efectivamente los casos detectados están afectando sobre todo a niños de 0 a 4 años, y a continuación a las edades de 5 a 14 años. La inmensa mayoría de contagios se están produciendo en personas que no están vacunadas contra la gripe.

En las últimas temporadas la epidemia de gripe ha llegado más tarde. En la pasada campaña no tuvo una incidencia demasiado elevada. De hecho fue la epidemia más benigna del último lustro y apenas superó por poco los 150 casos por cien mil habitantes, con dos picos en el mes de febrero. Entre las epidemias de gripe más madrugadoras figura la del año 2011-2012. De hecho llegó al umbral de epidemia en la última semana del año 2011, aunque después volvió a bajar y no fue hasta bien entrado el mes de febrero cuando alcanzó el pico máximo. Hace tres temporadas, en el invierno de 2013-2014 también apareció pronto, aunque un poco después que este año, concretamente en la última semana de diciembre. En ese caso la subida de casos fue en ascenso hasta mediados de enero, cuando se alcanzó el pico máximo.

La epidemia de gripe más severa del último lustro ocurrió en el transcurso de la temporada 2014-2015, cuando superó los 400 casos por cien mil habitantes de incidencia semanal. El comportamiento de la onda epidémica fue de una subida espectacular de casos a partir de la segunda semana de enero, para llegar al pico máximo al empezar febrero y bajar a continuación, también rápidamente, a lo largo de las dos siguientes semanas.

La campaña más atrasada fue la del año 2012-2013, cuando el pico máximo de casos se alcanzó bien entrado el mes de marzo.

La conclusión es que el comportamiento de la gripe es muchas veces impredecible. De momento parece que se ha sobrepasado el umbral de epidemia y los casos deberían ir en aumento, aunque tampoco son infrecuentes las temporadas en "dientes de sierra" hasta que se produce el pico definitivo de casos.