Con 14 votos a favor y 11 en contra, la Diputación de Zamora ha sacado adelante los presupuestos provinciales para el año 2018 en una tensa sesión plenaria, marcada por la sempiterna demanda de los vecinos de Almaraz de Duero: el arreglo de la carretera “de los infiernos”.

Un centenar de residentes de este municipio de Tierra del Pan acudió al Pleno en el que se debatían los presupuestos generales para el próximo ejercicio para volver a reclamar el proyecto de mejora del tramo comprendido entre los kilómetros 10 y 14, entre Zamora y Almaraz, y no entre los kilómetros 14,3 y 16,8 trecho cuyo arreglo plantea acometer la Diputación.

Tras el visto bueno de los dos primeros puntos del día, la institución provincial procedió a la aprobación de la resolución definitiva de subvenciones para el “Acondicionamiento y refuerzo de caminos municipales con capa de rodadura con materiales bituminosos” que contempla las obras en once vías de la red de carreteras provinciales pero no en la de Almaraz de Duero. Ante este hecho, los cerca de cien vecinos de Almaraz exhibieron una pancarta de grandes dimensiones y numerosos carteles con el mensaje “Almaraz de Duero discriminado y abandonado reclama justicia”.

A raíz de los gritos de “Fuera, fuera” y otros improperios lanzados por los manifestantes, la presidenta de la Diputación Mayte Martín Pozo se vio obligada a suspender la sesión de forma momentánea a fin de restablecer el orden en la sala. Después de unos minutos de parón y de tensión, el vicepresidente primero de la institución provincial, Juan Dúo, medió con los vecinos para reclamarles que dejaran desarrollar el Pleno con normalidad a cambio de recibirles una vez finalizado.

Una vez normalizada la situación, el debate del borrador presupuestario volvió a avivar las críticas pero esta vez por parte de la oposición. Pese a que el grupo de Ciudadanos mostró su conformidad con la propuesta, Izquierda Unida acusó a la Diputación de adjudicar “a dedo” casi la cuarta parte del dinero para obras de los Ayuntamientos y las subvenciones nominativas sin un plan estratégico. De ahí que presentaran hasta catorce enmiendas al presupuesto a fin de garantizar un reparto “objetivo”.

En la misma línea, Antonio Plaza, en nombre del grupo socialista, arremetió contra unos "presupuestos B", en referencia al remanente de tesorería, el cual a su juicio se distribuye “sin ningún tipo de criterio, con amiguismo y opacidad”. Por su parte, Aurelio Tomás defendió el carácter social de los presupuestos y, echando mano del refranero popular, respondió a la oposición aludiendo al dicho “Una cosa es predicar y otra dar trigo”.

Entre otros asuntos, también se dio luz verde a la plantilla del personal funcionario, laboral y eventual de la corporación para 2018 y se desestimó la solicitud de compatibilidad de funcionaria para el desempeño laboral en el sector privado.

Así, coincidiendo con el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, la Diputación aprobó el presupuesto por 63.531.782,83 euros, un 2,57% superiores al año anterior, caracterizados por su apuesta en políticas sociales, las cuales acaparan el 34% del montante global.