Tras los 160 decesos registrados en 2015 por trastornos mentales y del comportamiento, la mortalidad por esta causa descendió el pasado año un 30%, lo que se traduce en 48 casos menos. Según los datos del INE, los fallecimientos por trastornos mentales orgánicos, senil y presenil descendieron en un año de los 156 casos hasta los 108 en tanto que los derivados por el alcohol se duplicaron aumentando de 1 a 2 casos. No obstante, al igual que en 2015, no se detectó ningún caso relacionado con la drogodependencia o la toxicomanía. Sin embargo, aumentó la mortalidad hasta las 77 defunciones como consecuencia del alzheimer. En este sentido, cabe recordar que la estadística ha sido realizada en base a los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y recoge más de 12.000 dolencias. Por comunidades autónomas, las tasas brutas de mortalidad más elevadas correspondieron al Principado de Asturias (1.273,3 decesos por cada 100.000 habitantes), Galicia (1.170,5) y Castilla y León (1.163,5). Por provincias de la región, León encabezó el número de muertes con 6.092 óbitos mientras que Soria se situó a la cola con tan solo 1.215 fallecimientos.