Desde los alumnos más pequeños hasta los abuelos, pasando por los estudiantes mayores, los profesores o incluso los vecinos del barrio San José Obrero. Todos se volcaron en la iniciativa "Kilos en movimiento", un proyecto del colegio Nuestra Señora del Rocío que, de una forma muy original, tenía como objetivo recaudar alimentos con destino a Cáritas Diocesana de Zamora.

"Se trata de un proyecto de aprendizaje y servicio, donde, aparte de adquirir conocimientos, los alumnos vean que pueden servir para algo", explicó la coordinadora de pastoral del colegio, la profesora Sara Sánchez-Reseco. Con los alumnos observaron las necesidades de su alrededor y vieron que una buena opción era recoger alimentos. "Tenemos mucha relación con la parroquia de San José Obrero, porque está aquí al lado, y vimos así una oportunidad de colaborar", añadió.

Se trata de un proyecto en el que ha colaborado toda la comunidad educativa. Los estudiantes se encargaron de realizar los carteles de esta iniciativa, crear las invitaciones para que se acercan ayer a participar y organizar las actividades. "Se han implicado en todo el proceso, desde la detección de las necesidades del barrio hasta la jornada de puertas abiertas. De esta manera, se sienten mucho más protagonistas", valoró Sánchez-Reseco.

En este sentido, los estudiantes de 4º de la ESO fueron los encargados de inventarse las coreografías de la sesión de zumba toning -una versión ligera de esta modalidad que combina deporte y baile- y, divididos por grupos, los chicos guiaron desde un escenario ubicado en el patio a sus compañeros, de todas las edades, animados por la música que sonaba desde la megafonía.

Los participantes, ataviados con el chandal del colegio y gorros de Papá Noel, anunciando ya la inminente Navidad, se concentraron para seguir los pasos, muchos de ellos portando pequeñas pesas o incluso paquetes de comida que luego depositarían en la mesa de recogida para las inscripciones.

Tras la intensiva sesión de zumba toning, a la que se animaron algunos padres, llegó el momento de las carreras, que se realizaron alrededor del patio y divididos según los cursos del centro escolar. Los corredores "pagaron" su inscripción para participar a través de un kilo -o más- de alimentos. Una suscripción solidaria de la que se beneficiarán las familias que solicitan ayuda de Cáritas. Gracias a la generosidad de los alumnos del colegio Nuestra Señora del Rocío, podrán tener unas navidades un poco más felices.