Alrededor de una treintena de personas, entre individuos que viven solos en La Villarina y colaboradores de la parroquia, asistieron a la tradicional comida navideña promovida desde la parroquia de la Natividad. El almuerzo, en un clima muy distendido, sirvió para dar el pistoletazo de salida a las fiestas de Navidad en el barrio.