El nombramiento de una juez de apoyo para resolver exclusivamente las demandas de cláusula suelo y gastos de hipoteca, sin una oficina adscrita a sus funciones, alivia la carga del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 obligado a absorber todas esas causas, pero se presenta como el "chocolate del loro", especialmente si el Ministerio de Justicia insiste en no nombrar funcionarios para formar una oficina paralela a la de civil.

En la misma situación de "colapso", la solución para dar salida a las demandas en un tiempo prudencial pasa por crear un juzgado bis, "sería lo ideal, era lo previsto", declara la magistrada del número 6, Isabel Aguado García-Luján, que, junto a los más de 800 asuntos de cláusulas suelo que tiene sobre la mesa, debe dar salida a los denuncias penales y la demandas civiles de todo tipo, así como ejecutar sentencias y controlar su cumplimiento.

Por el momento, la juez de apoyo ha celebrado 23 juicios desde que comenzara a trabajar el 20 de noviembre, con dos días de señalamientos de vistas orales únicamente para ver asuntos de cláusulas suelo, un buen ritmo que no servirá de mucho si los funcionarios no pueden absorber el volumen de trabajo para tramitar los asuntos y ejecutar las sentencias.

La oficina civil del Juzgado número 6 se encuentra igual de saturada que antes de que el Ministerio aprobara la dotación económica para nombrar una juez de apoyo, "está desequilibrada", denuncia la magistrada, "porque están el mismo número de funcionarios, pero dos juezas, por tanto, trabajan el doble", con lo que las circunstancias laborales no han mejorado un ápice.

La prolongación de jornada laboral, establecida por el Ministerio de Justicia, a tan solo dos horas diarias, resulta claramente insuficiente para dar salida a todo el volumen de trabajo que generan las demandas de cláusula suelo y que se avecina con las de reclamación de los gastos de constitución de la hipoteca.

La reivindicación de la titular de este órgano se centra ahora en exigir que se dote de funcionarios suficientes a la nueva juez para que pueda desenvolverse el trabajo con suficiente agilidad y evitar que la tramitación de los expedientes que se está derivando desde el 20 de noviembre a la juez de apoyo no puedan resolverse dentro de un plazo razonable por carecer de personal suficiente.

Si el Ministerio persiste en no crear un juzgado bis, "se necesitan do o tres funcionarios más porque el atasco continúa existiendo y la oficina está igual de colapsada que cuando no había jueza de apoyo", reitera Isabel Aguado García-Luján. Al menos, serían necesarios tramitadores y gestores, además de un secretario.

Desde el Juzgado se urge, pues la dotación de medios humanos y materiales para que la medida, que ha llegado cuatro meses más tarde que al resto de juzgados especializados en cláusulas suelo del país, sea verdaderamente efectiva en favor de los ciudadanos que esperan justicia.