La Guardia Civil investiga a una persona como supuesto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos (caza ilegal o furtiva). El investigado (lo que antes se conocía como imputado) se encontraba batiendo el terreno con un faro desde su vehículo, con un rifle listo para su uso en cuanto apareciera una pieza.

El día 9 de diciembre la Guardia Civil de Zamora tuvo conocimiento de que se pudiera estar cometiendo un episodio de caza furtiva dentro de la Dehesa de Congosta de la localidad de Zamora (concretamente en el término de Carrascal). Ante este posible hecho de caza ilegal, la Benemérita desplegó un dispositivo en esa zona para intentar la identificación del posible infractor. Este dispositivo dio como resultado la identificación a las 21.00 horas de la persona, que circulaba a bordo de un vehículo y había estado ascultando con un potente faro por el terreno vedado de la dehesa.

Los agentes identificaron esta persona, que resultó ser un varón de 48 años de edad, de nacionalidad española y vecino de la localidad de Benavente. Localizaron en el interior del vehículo, un faro de gran potencia y un rifle de caza del calibre 300, preparado para su uso inmediato. El interior del maletero del vehículo se encontraba manchado con restos de sangre reciente, según la información facilitada por la Guardia Civil.

Por las actuaciones llevadas a cabo, se procedió a la investigación (imputación) de esta persona como supuesta autora de un delito relativo a la protección de la fauna y la flora, fauna y animales domésticos, entregando las diligencias al Juzgado número 4 de Zamora. Los efectos encontrados, tanto el foco como el arma, fueron decomisados quedando a disposición de citado Juzgado. Así mismo, las actuaciones llevadas a cabo que corresponden a la vía administrativa (infracciones cometidas en materia de caza), se pusieron en conocimiento de la de la autoridad competente, que es la Junta de Castilla y León.

En general, el uso para la caza de faros y linternas, así como cualquier otra fuente luminosa artificial está prohibido. Sin embargo, se excluye de esta prohibición el uso de fuentes luminosas durante el tránsito, de ida o vuelta a los lugares de caza, y siempre hay que ir con el arma enfundada o desmontada. Sí está permitido el empleo de linternas o focos para la espera en la caza del jabalí, siempre que se haya solicitado la correspondiente autorización y en el momento previo al disparo, con el fin de incrementar la seguridad. En estos casos de esperas de jabalí las linternas o focos utilizados pueden ir acoplados al arma.

A pesar de ello es abundante y libre la oferta de linternas y faros para cazar, una práctica regulada, pero que tiene muchos adeptos.

Se da la circunstancia de que en los terrenos próximos a la capital zamorana, especialmente en el oeste de la ciudad, es muy abundante la presencia de especies de caza. Como han denunciado los agricultores, es especialmente abundante la presencia del jabalí, quizá porque tenga menor presión cinegética que en otras zonas.

Hasta tal punto que la presencia de jabalíes está ocasionando importantes daños tanto en los sembrados, como en huertas y cultivos de invernadero, según denunciaron los agricultores. Estos están tratando de poner en marcha un coto de caza en la capital para intentar reducir la presencia de fauna.