Marisol Asperilla es médico especialista en Medicina Interna y coordina la Unidad de Medicina Paliativa que ha puesto en marcha el Hospital Recoletas. Define la medicina paliativa como "el conjunto de cuidados y actuaciones que tienen como finalidad prevenir y aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida del paciente y sus familiares".

-¿Cómo ha surgido la marcha la Unidad de Medicina Paliativa de Recoletas?

-La idea surge para dar cobertura a una necesidad asistencial que hay no solo en la población zamorana sino en todo Castilla y León. Estamos asistiendo a un envejecimiento progresivo de la población, lo que lleva aparejado un aumento de la prevalencia de determinadas enfermedades crónicas y evidentemente para dar cobertura a esta situación surge la idea de crear la Unidad de Medicina Paliativa del hospital Recoletas. Desde el punto de vista de la iniciativa privada, aquí en Castilla y León no teníamos, por así decirlo, a nivel institucionalizado una unidad de estas características. Por eso surge crearla. La medicina paliativa no deja de ser una ampliación de la cartera de servicios del Hospital Recoletas Zamora, igual que tienen otra serie de especialidades, una cartera de servicios más es la unidad de medicina paliativa.

-¿Qué tipo de pacientes son los candidatos a cuidados paliativos?

-A grandes rasgos, son pacientes que tienen diagnosticada una enfermedad terminal irreversible en los cuales el tratamiento curativo vigente hasta el momento se considera finalizado, y pasan a tener prioridad otra serie de circunstancias, como el tratamiento sintomático dirigido a preservar el bienestar y el confort del paciente. Y no solo del paciente, también de sus familiares.

-¿Se trata de que el paciente viva lo mejor posible?

-Son pacientes con enfermedad avanzada terminal, que puede derivarse de distintas patologías, tanto cáncer como otras muchas. La medicina paliativa está hasta ahora mejor estructurada en pacientes oncológicos, que tienen diagnóstico de cáncer previo, pero claro el problema es para la otra gran bolsa de pacientes que tienen enfermedades terminales derivadas de patología cardiaca, respiratoria? que también llegan a una fase terminal. Nosotros hacemos una cobertura tanto de lo oncológico como de lo no oncológico.

-¿Cuándo es adecuado el recurso de la unidad hospitalaria y cuándo está mejor el paciente en su casa?

-Lo fundamental en este tipo de pacientes es asegurar una continuidad asistencial. Y para ello dividimos la asistencia en dos grandes bloques, una parte hospitalaria y una parte de atención domiciliaria. Eso es algo novedoso también desde el punto de vista del hospital de Recoletas Zamora, que se integra una unidad de atención a domicilio. ¿Cuándo un paciente tiene que estar ingresado o a domicilio?. Pues dado que el concepto de medicina paliativa se basa en el confort o bienestar del paciente la decisión de ellos es muy importante en este caso.

-¿Cómo se estructura la unidad?

-Se trata de un equipo multidisciplinar donde se integran Medicina de Familia, Interna, enfermería, un importante gabinete de apoyo psicológico e incluso ahora estamos trabajando con la Asociación Española contra el Cáncer para hacer una colaboración incluso con todo el sistema de voluntarios que tienen ellos. Este equipo asegura una atención individualizada en cada paciente. Se trata de elaborar una estrategia para dar cobertura a las múltiples facetas derivadas de la enfermedad terminal, tanto sociales, como físicos, emocionales e incluso problemas legales.

-¿Qué opina del plan de cuidados paliativos que ha puesto en marcha la Administración?

-Hay una estrategia nacional de cuidados paliativos donde se estima que la cobertura adecuada que se da a los cuidados paliativos por equipos específicos es de un 60% a los pacientes oncológicos y de un 30% a pacientes no oncológicos. Estamos hablando de que un 40% de los pacientes oncológicos y un 70% del resto no reciben esta atención. Hay por tanto mucho margen de mejora para prestar una mejor atención al paciente al final de su vida, y no solo a él, sino también a sus familiares, que muchas veces están colapsados, porque no saben cómo afrontar lo que se les viene encima. La estrategia de cuidados paliativos es necesaria. No puedes ofrecer a estos pacientes una atención estándar porque no se está alcanzando la calidad asistencial óptima. Se habla mucho de conceptos como los criterios de calidad, pero evidentemente si tu tienes toda esta parte del final de la vida totalmente descubierto, evidentemente la calidad asistencial que se está dando es precaria.

-¿Socialmente estamos cada vez más concienciados?

-Si. Todas las fases de la vida son importantes, desde niño, a la adolescencia, la edad adulta o la vejez. Y por desgracia en todas las fases hay enfermedad. Pero lamentablemente en cualquiera de estas fases te puede aparecer una enfermedad de este tipo en la que las expectativas de vida que tienes son muy cortas. Entonces yo creo que en el balance personal que todo ser humano hace de su vida, la última fase es una de las más importantes. Hay muchísima más conciencia social de lo que es la medicina paliativa y evidentemente la sociedad te demanda asistencia y ayuda.