El censo de población continúa desangrándose en la provincia de Zamora, donde se perdieron 1.500 habitantes durante los primeros seis meses del año. Unos datos que reflejan el declive sin retorno en el que ha entrado el territorio, secundando también la tendencia de Castilla y León, comunidad autónoma líder en restar población. Zamora, acorde con las cifras oficiales, cerrará el año con 177.027 habitantes, aunque estos números corresponden al primer semestre del curso. Si la tendencia es válida, casi con total seguridad la provincia bajará el telón a 2017 con unas cifras poblacionales por debajo de los 176.000 ciudadanos y sin perspectivas de mejora en el corto o medio plazo.

Las cifras de Población del Instituto Nacional de Estadística no hacen sino confirmar el auténtico declive demográfico que vive la provincia de Zamora, que hace tan solo tres años, en 2014, tenía 186.401 habitantes, un año después había bajado a 184.174 resientes y el 1 de enero de 2016 a 181.311. El 1 de enero de este año, 2017, el padrón perdía la barrera de los 180.000 habitantes y se quedaba con 178.566 en este documento cuyas cifras se consideran oficiales y que rigen para todo tipo de cálculos de población y asignación de recursos económicos. Y ahora, la sangría ha vuelto a derribar la barrera de los 177.000.

La mortalidad y los movimientos migratorios son los principales responsables de que la estadística sea menos halagüeña que nunca para la provincia de Zamora, territorio donde hasta el número de extranjeros va en descenso. De hecho, actualmente viven en el territorio 6.851 extranjeros que están empadronados, una cifra que supone 24 menos de los que había a primeros de año en el conjunto del territorio. El saldo exterior, por último, apenas es significativo según las cifras del Instituto Nacional de Estadística. Así, durante este año, apenas han salido una docena de personas desde la provincia de Zamora hacia otros lugares en el extranjero.