En el recuerdo de todos cuantos le conocieron y le trataron, Juan Seisdedos Robles, fallecido la madrugada del jueves, se dibuja como "una buena persona, tolerante y afable". El que fuera último presidente de la Diputación de Zamora durante la dictadura de Franco y Jefe Provincial del Movimiento en la provincia supo aceptar el régimen democrático, ayudó a fundar en Zamora Alianza Popular, de la mano de Manuel Fraga, partido por el que concurrió a las primeras elecciones a la Junta de Castilla y León. En 1987, cuando AP ganó las elecciones, Seisdedos se convertiría en delegado territorial de la Junta hasta 1999.

Su familia y sus amigos se reunirán hoy, a las 10.00 horas, en la iglesia de María Auxiliadora para dar el último adiós a un hombre "íntegro", "un político ejemplar y una persona extraordinaria, entrañable", en palabras de otro animal político de la época, Luis Cid Fontán, expresidente de la Diputación Provincial. Confiesa que "yo le quería, estoy disgustadísimo" y presenta a "un hombre respetado por todo el mundo", que "parecía muy serio, pero tenía gran sentido del humor, era encantador", alguien que "siempre ha estado en su sitio en política, que no es fácil", especialmente en un tiempo como el actual, en el que "la gente ha cambiado y evolucionado demasiado rápido, muchas veces".

"Generoso, porque nunca pidió, muy sometido al partido, muy de partido, no iba buscando cargo", Cid Fontán trae a su memoria al Seisdedos enérgico, con carácter, pero que "hacía lo que le mandaban hacer", con una gran formación como economista, tras estudiar en Bolonia, en Italia, y gran conocedor de la Unión Europea.

De su entrega a la provincia, para la que "no escatimaba inversiones públicas", da buena fe otro destacado político de aquella AP, Dionisio García Carnero, senador del PP, quien insiste en esa "una buena persona" que fue Juan Seisdedos, al que se refiere como "un entusiasta de Zamora, a la que dedicó toda su vida profesional y política".

García Carnero describe al compañero de partido desaparecido como alguien "muy amante de la Zamora rural", por la que luchó desde sus cargos públicos, "de sus patrias chicas, Sanabria y de Fermoselle", desde donde la alcaldesa y compañera del PP, Angelines Domínguez, el expresa la "profundas tristeza por su pérdida".

García Carnero le recuerda allá por 1985, como uno de los hombres fuertes con Santiago Santos Burbujo, Edelio Gago y Luis Cid, "las referencias de AP, eran altruistas no tenían la política como un oficio, eran profesionales que dedicaban parte de su vida a un ideal, a construir un modelo de España y de sociedad". Cuando García Carnero comenzó, como diputado provincial, en 1987, Seisdedos ya era delegado de la Junta y "si hubiera tenido más ambiciones políticas, las hubiera conseguido", asegura. Seisdedos no fue un político cómodo siempre para su partido, "se plantaba cuando tenía una posición firme, pero era dialogante y buscaba siempre la concordia". Y, sobre todo, "no tenía enemigos políticos, tenía rivales".