El trasiego de mercancía desde Hendaya hasta Zamora, el negocio fluía de tal manera que la empresa zamorana Cedilla de distribución de bebidas llegó a recibir "prácticamente todos los días un camión, entre 20 y 22 camiones al mes", según el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Rafael de Vega Irañeta, entre los años 2006 y 2007, anualidades en las que la Agencia Tributaria detectó la evasión del IVA y del impuesto de licores, hasta 30 millones de euros que se habrían repartido entre la sociedad ubicada en el polígono de Los Llanos -actualmente en concurso de acreedores-, la italiana de Massimo Lazani, una vasca y otra madrileña, de acuerdo con la imputación hecha por la Fiscalía Provincial y por la Abogacía del Estado, personada en la causa en representación de la Agencia Tributaria.

Los trabajadores y responsables de la empresa que cargaba las bebidas en Hendaya con destino a Cedilla y de una cooperativa de transportistas autónomos de Burgos que realizaba el porte desde Los Llanos para las empresas Jorlui, que figuraba en los albaranes que se les entregaba en Cedilla, y Carbonet, con destino a diferentes puntos de España. Cobranban unos 600 euros por camión. El gerente de la sociedad zamorana, el procesado C.C.L., era, por lo general, quien recibía las bebidas alcohólicas y controlaba esta parte del negocio, declaró la contable que tenía contratada Cedilla, que se ocupaba solo de la logística de otro tipo de bebidas, en concreto, de la coca cola, sagún su declaración.

La filial Cedilla 4 nació a la muerte de uno del dueño, momento en el que la viuda, exculpada del delito de evasión de impuestos, "delegó" en el zamorano imputado en la causa, de iniciales C.C.L., quien pasó a ser el gerente de una sociedad destinada "a la venta de vino, leche, zumos, etc., para la hostelería y de bebidas alcohólicas después", explicó la contable de Cedilla. E

sta sociedad solo la controlaba el gerente, el zamorano C.C.L., quien "era el gestor del depósito fiscal", declaró ayer la trabajadora que se ocupaba de la parte administrativa de la empresa, no del negocio de alcoholes ni comerciales, asumidas en su totalidad por el procesado por el fraude del IVA y de los impuestos de licores a la Agencia Tributaria, actividad que habría reportado a esta sociedad zamorana 11,5 millones de euros entre 2006 y 2007, según la acusación de la Fiscalía Provincial y del Abogado del Estado. "Todos los transportes los facturaba" el gerente de Cedilla, declaró otro testigo.