José María Álvarez, el secretario nacional de UGT, anticipó ayer en Zamora una "primavera caliente" si los empresarios no acceden a una subida de salarios "generalizada" en toda España y, en particular, en las provincias con sueldos más bajos -como Zamora-. "No vamos a esperar más. Queremos que la negociación colectiva mejore los salarios de los trabajadores y el Gobierno no puede mirar hacia otro lado". Aunque es el mismo aviso que UGT lanzó hace meses, hablando entonces de un "otoño caliente", el líder nacional del sindicato aseguró que esta vez "no hay excusas". En los últimos meses, apuntó, "no se han dado las condiciones" -por el monopolio que Cataluña ha hecho de la actualidad- para una movilización ciudadana que ponga de actualidad la agenda social.

Pepe Álvarez asegura que la subida salarial debe ser una realidad en un país que "actualmente está en pleno crecimiento económico. No es de recibo que en esta situación haya trabajadores que no pueden salir de la pobreza". El líder nacional de UGT apostilló que "hay que repartir la riqueza" y abogó además por alcanzar un acuerdo sobre el Salario Mínimo Interprofesional que ponga el foco en el largo plazo. "Queremos hablar de plazos para situar el SMI en el entorno europeo y para que llegue, como mínimo, al sesenta por ciento del Salario Medio Neto".

Sobre el sistema público de pensiones -segundo gran foco de la intervención de Álvarez tanto ante los medios como en la posterior conferencia organizada por UGT- el secretario general del sindicato quiso mandar un "mensaje de tranquilidad" a los pensionistas porque las pagas están, a su juicio, "garantizadas". Eso sí, el máximo representante de UGT reconoció que el sistema actual necesita una profunda reforma para garantizar su supervivencia a futuro. Basando su argumentario en que el problema de la Seguridad Social "no es de ingresos sino de gastos", Álvarez enumeró una serie de medidas para mejorar la situación.

Se trata de propuestas "que van al corazón del problema de la Seguridad Social" y que "dejarían superávit en las cuentas de la institución en un par de años". La primera gran medida sería eliminar el tope de las cotizaciones sociales para aumentar los ingresos de la Seguridad Social, así como cargan los gastos de gestión a los Presupuestos Generales del Estado y no a las retenciones de los trabajadores. Solo esta segunda medida ahorraría "4.500 millones de euros al año". El sindicato también propone limitar hasta casi eliminar las subvenciones que reciben las empresas por contratar trabajadores. "Nadie contrata por la subvención", apuntó Álvarez, "las empresas contratan porque lo necesitan". En caso de que hubiera que "dejar alguna" ayuda a las empresas, se financiaría también con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.

José María Álvarez atacó además a los planes de pensiones privados y aseguró que la "campaña de desprestigio" del sistema público de pensiones "que estamos viviendo en los últimos meses" obedece a un "intento para fomentar el sistema privado" y "enriquecer a los bancos" a través de "los ahorros de los trabajadores". "Ya los rescatamos una vez y ahora quieren volver a captar nuestro dinero", añadió el líder de UGT.

La conferencia en el Colegio Universitario puso fin a una jornada que Álvarez comenzó en las instalaciones de Leche Gaza. El secretario regional de UGT puso a la empresa lechera como ejemplo de la industrialización que necesita Zamora y censuró la lentitud de los trámites municipales que "están dilatando más de lo necesario" la ampliación de la fábrica.