Los 45 vendedores del cupón es la parte más conocida de la Organización Nacional de Ciegos, pero la ONCE tiene en Zamora cerca de 400 afiliados, deficientes visuales graves (personas con ceguera parcial o total) a quienes la entidad ofrece apoyo de todo tipo, cuenta María Ángeles Ruano, directora de la ONCE para Zamora, Salamanca y Ávila, quien ayer estuvo presente en la misa y comida de hermandad para celebrar la festividad de Santa Lucía.

Esta labor más desconocida va desde servicios sociales, como ayuda de residencia a los mayores, apoyo económico de primera necesidad o la rehabilitación. "Es muy importante todos los niños que tenemos en educación integrada. Contamos con maestros de apoyo a este colectivo". La rehabilitación visual es otra labor primordial: "Nuestros técnicos de rehabilitación nos ayudan a saber manejar el bastón, a adaptarnos y manejarnos en la vida diaria. Cuando una persona se queda ciega es muy duro para ella volverse a integrar en la sociedad y para eso tenemos la ONCE, gracias a Dios".

La iglesia de La Horta guarda una reliquia de Santa Lucía, un pequeño huesecillo de la santa que convoca miles de devotos en el día de la onomástica, el 13 de diciembre. Más de ocho mil personas acudieron el año pasado a besar la reliquia, dice don Marcelino el párroco de la iglesia, una devoción que se mantiene porque quien más quien menos busca que la santa le eche una manita para mantener la vista en condiciones.

Ayer el beso a la reliquia tuvo sus vísperas durante la celebración de la misa de la ONCE, a la que siguió una comida de hermandad en la que se homenajea a jubilados y vendedores veteranos. En este caso, en una plantilla joven, no había jubilados, pero sí una persona que cumplía 25 años en el oficio, Daniel Domínguez Hernández, que ahora hace el turno de tarde en Santa Clara. Daniel explica que la venta del cupón es prácticamente la única salida laboral para los invidentes, aunque Ruano explica que cada vez se abren más posibilidades, gracias a la educación adaptada.