El 10,9% de los jóvenes reconoce haber sufrido maltrato escolar en algún momento, y el 1,6% varias veces a la semana. Y llegan al 16% los jóvenes que admiten haber participado en algún episodio de maltrato a otro compañero. Sin embargo en un 30% de los casos los papeles se intercambian, y el mismo alumno puede ser a su vez maltratador y maltratado. Y se da la paradoja de que muchos jóvenes no reconocen maltrato en determinados comportamientos, ya que son más los que dicen sufrir insultos y burlas, aislamiento, mentiras y cotilleos inventados, bromas y comentarios de contenido sexual y publicación de fotos inapropiadas hechas sin permiso que los que afirman haber recibido maltrato.

Es uno de los aspectos que recoge el "Estudio sobre hábitos de estilos de vida en la población joven de Castilla y León" elaborado por la Consejería de Sanidad, cuyos resultados son autonómicos, no provinciales, pero que han contado con la participación de alumnos de la provincia de cinco aulas de cuarto de la ESO, todos de centros públicos: dos urbanos (Los Sauces de Benavente y Maestro Haedo de Zamora) y dos rurales (Aliste y Fuentesaúco).

Hay otras conclusiones interesantes de este trabajo, como por ejemplo que el 24% de los jóvenes encuestados ha tenido alguna vez relaciones sexuales completas, sin que se encuentren diferencias significativas entre sexos o los ámbitos rural y urbano. Entre los que han tenido relaciones, la edad media de inicio son los 15 años, el 94,4% dice emplear algún método anticonceptivo y el 85,0% utilizar preservativo. El 15,2% de este colectivo ha utilizado alguna vez la píldora del día después y entre ellos un tercio la ha usado dos o más veces. Los jóvenes urbanos recurren más a esta píldora que los del medio rural.

El estudio se enmarca dentro de la estrategia del sistema de vigilancia de los hábitos de vida de la población juvenil, ya que estas costumbres tienen su reflejo posteriormente en los estilos más o menos saludables de la edad adulta.

Destaca, por ejemplo, como el 85 % de los jóvenes de la comunidad consideran que su salud es buena y muy buena; el 40,2 % de las chicas y el 31,9 % de los chicos tienen alguna enfermedad diagnosticada: los diagnósticos más frecuentes son alergia (23 %) y migrañas (7,3%), y de media valoran su situación en la vida con un siete.

Además, tres de cuatro jóvenes practica al menos media hora de ejercicio físico al día, más los chicos que las chicas. Las chicas del medio rural son en general más sedentarias (cuatro de cada 10 reconocen no practicar actividad física) y son las mujeres las que pasan más horas frente a la televisión. El deporte más practicado en estas edades es el fútbol y el fútbol sala.

El 81,3 % de las chicas y el 75,7 % de los chicos tiene un peso normal. Son los varones los que padecen con más frecuencia sobrepeso y obesidad: con respecto a años anteriores, el infrapeso desciende especialmente en las chicas, mientras el sobrepeso y la obesidad aumenta en los chicos y se mantiene en las mujeres. En este sentido, son ellas las que se saltan con más frecuencia alguna comida, pues el 16,1 % no desayuna los días de diario (frente al 8,1 % de los chicos) y el 4,2 % de las mujeres asegura no cenar de lunes a viernes (entre los varones, el 1,5 %).

El consumo de carne es excesivo entre los jóvenes, así como el de embutidos y fiambres, bollería o golosinas y refrescos azucarados y son los chicos los que más consumo hacen de estos productos. Es escaso, sin embargo, el consumo de verduras y hortalizas ya que solo el 21,7 % las toma cinco o más veces a la semana, fruta fresca el 39,4 % y pescado.

En lo referente al descanso, cerca del 80 % de los jóvenes duerme entre siete y nueve horas al día y son las chicas duermen media hora menos de media. Más de la mitad de los encuestados no se levantan con sensación de descanso; los chicos del medio rural son los que mejor duermen, pues el 59,3 % asegura que se levanta con sensación de descanso. Destaca además que los que peor descansan por la noche son los que se saltan más frecuentemente el desayuno.

El 93,7 % de los encuestados asegura no tener permiso de sus padres para fumar y aunque la proporción de no fumadores es mayor entre los chicos, las chicas tienen con mayor frecuencia un hábito tabáquico ocasional mientras que los hombres fuman más a diario. El 76,3 % de los chicos asegura que no ha fumado nunca, frente al 68,7 % de las chicas.