Las previsiones de los hosteleros zamoranos se han cumplido y Zamora se encuentra estos días a rebosar de turistas. Los visitantes han aprovechado las jornadas festivas encadenadas de esta semana para realizar sus viajes previos a las fiestas navideñas, y eso se notó ayer en las calles del casco antiguo de la ciudad, acostumbradas a la tranquilidad en las jornadas festivas y ayer convertidas en un verdadero hervidero de personas pese a la amenaza de lluvia, que no se fue en toda la jornada.

Como es habitual, los turistas se concentraban en los puntos más famosos de la capital tales como la Plaza Mayor, Viriato o plaza de La Catedral.

La afluencia de visitantes se ha incrementado en las últimas horas, como también prevían los hosteleros de la provincia, siendo las noches del miércoles y jueves algo más flojas que las de ayer y hoy.

El sector espera que los buenos resultados que están cosechando los negocios de la hostelería durante los últimos días sean el prólogo de una buena campaña de Navidad y anticipe un 2018 en el que la crisis empiece por fin a quedar atrás. Mientras los turistas, ajenos a estos problemas, se patean la ciudad para conocer todos sus rincones antes de regresar a casa. Hay trabajo por delante: Zamora tiene mucho que ver.