El interventor del Ayuntamiento de Zamora ha dado su opinión sobre la reducción de competencias pactada con el equipo de Gobierno durante el pasado mes de noviembre. Una polémica medida que supuso reconocer la falta de empatía entre ambas partes después de varias acusaciones que llegaron incluso a la Fiscalía. El alto funcionario ha aprovechado un foro sobre la gestión del agua en la localidad murciana de Cartagena para ofrecer su versión de los hechos. Un discurso en el que deja muy mal parado al bipartito IU-PSOE y en especial al alcalde, del que dice que busca que el interventor "le sujete los pies después de haberse colgado". Además, considera Francisco Javier López que ha logrado salvar su cabeza "de estar puesta en la pared de la viceinterventora" por haber "visto venir" el desenlace del conflicto.

El discurso del interventor municipal arranca con cierta sorna sobre lo que acontece, a su juicio, en la Casa de las Panaderas. "Los compañeros del Ayuntamiento de Zamora me lo ponen muy fácil y colaboran mucho con que se hagan reparos. Muchas veces me llaman y me dicen: "te mando un expediente para que me hagas un reparo rápido". No me lo invento, es cierto", explica el funcionario. "De hecho, llegan al extremo de que cuando un expediente no se repara, me preguntan cómo tienen que seguir porque no lo tienen claro", añade.

Francisco Javier López, que asegura presentarse a sí mismo como "el cabrón del interventor", enlaza entonces esta circunstancia interna del Ayuntamiento de Zamora con la llegada de IU al Gobierno municipal. "Hace dos años ganó lo que allí llaman Izquierda Unida y en el resto de España no sé cómo lo llaman. Cuando IU estaba en la oposición utilizaban mis informes para hacer esa oposición, protestar en los Plenos y acudir a la Fiscalía. Y durante esa época ya me llamaban dicen "el díscolo". Entonces pensé que si en la oposición era "el díscolo" para IU, ahora que gobernaban qué iba a pasar", añade. "Y lo que pasó es que, afortunada o desgraciadamente, ya no va a haber más reparos porque por relaciones de poder y amenazas de expedientes, llegué a una rendición honorable y me van a disecar. Me van a colocar en mi despacho dos días por semana y los otros tres puedo no aparecer; de hecho, así lo esperan", explica el funcionario.

En este punto del conflicto, el interventor acusa directamente a Francisco Guarido de haber llegado a esta situación. "Al alcalde le parecía muy bien lo que decía el interventor hasta que llegó a la Alcaldía. Y entonces me decía: "Es que no colaboras". Y yo le respondía: "Es que lo estás haciendo igual que los anteriores". Y él decía: "Ya, pero esto se ha hecho así antes". Y yo le respondía: "Ya, pero con reparos". Y él: "Pero tienes que colaborar porque somos amigos". Y yo: "Pero porque seamos amigos no puedo no repararte a ti lo que le reparaba a los otros". Y él: "Es que no colaboras". Y yo: "Es que, Paco, la única opción que me das es sujetarte los pies después de que te has colgado"", recuerda el funcionario.

Para finalizar, el interventor sentencia: "He tenido la suerte de verlo venir y pactar una solución que permita que mi cabeza siga aquí y no esté puesta en la pared de la viceinterventora".