Era una conferencia sobre el futuro de la gestión del agua en Cartagena, recogida por el medio Tribuna de Cartagena, pero se convirtió en una oportunidad para que el interventor del Ayuntamiento de Zamora - ahora responsable de estudios y proyectos tras su pactada reducción de competencias - cargara contra la gestión de Francisco Guarido y "lo que allí llaman Izquierda Unida".

Tras presentarse a sí mismo como "el cabrón del interventor", Francisco Javier López comenzó narrando una anécdota que vivió con una militante de Izquierda Unida inmediatamente después de las elecciones del 2015: "Usaban mis informes para hacer oposición, pero comprobé que ya me conocían como el díscolo", señaló el interventor.

En ese sentido, López indicó que a Francisco Guarido, que "es un alcalde de lo que allí llaman Izquierda Unida", le parecían muy bien sus informes hasta que llegó al poder: "Me decía que no colaboraba y que tenía que hacerlo porque éramos amigos, y yo le respondía: 'Paco, la única opción que me das es sujetarte los pies después de que te hayas colgado'".

De este modo, el interventor parece acusar al alcalde de pedirle amparo en la comisión de supuestas irregularidades en la gestión de los expedientes. Según la versión del funcionario, esta situación ha derivado en su caída voluntaria en desgracia, pues él mismo reclamó que sus funciones pasaran a la viceinterventora, a la que también señala por tratar de perjudicarle.

"He tenido la suerte de verlo venir y la habilidad de pactar una solución que permita que mi cabeza siga aquí y no esté puesta en la pared de la viceinterventora", aseveró Francisco Javier López: "Llegué a una rendición honorable. Ahora, me van a disecar, me van a colocar en mi despacho dos días por semana y esperan que los otros tres no aparezca", añadió. Cabe destacar que Francisco Guarido firmó el pasado 8 de noviembre un decreto "de mutuo acuerdo" para modificar las labores del interventor tras la polémica con los baños del mercadillo.

Finalmente, el interventor lamentó que los mecanismos del sistema no protejan los intereses de funcionarios que desempeñen puestos con la responsabilidad que él mantenía hasta el mes pasado: "Es como el chiste machista. Voy a darle más libertad a mi mujer y voy a ampliarle la cocina. A los interventores nos han hecho eso, nos han ampliado la cocina", criticó Francisco Javier López, que remató diciendo que "todo esta montado para que quien haga su trabajo reciba un garrotazo".