En pleno siglo XXI, cuando cualquier ciudadano tiene al alcance de la mano el acceso a cualquier información que desee, hay enfermedades que todavía suponen un serio estigma para las personas que las sufren. La lista es grande, pero quizás uno de los casos más evidentes lo padecen los enfermos de sida. Ayer, los miembros del Comité Ciudadano Antisida de Zamora celebraron en el Museo Etnográfico el día mundial de la lucha contra esta enfermedad con una petición doble. Por un lado, la adhesión de todos los municipios españoles a la llamada "Declaración de París" y, por otro, la aprobación de un pacto de Estado frente al VIH, el estigma y la discriminación.

Para poner sobre la mesa la angustia que sufren los pacientes, expuestos todavía a un injusto rechazo social, el Comité Ciudadano Antisida ha puesto en marcha la campaña "Préstame tu voz", en la cual quince zamoranos infectados por el virus del VIH cuentan su situación por boca de otras personas. Estos rostros conocidos de la sociedad zamorana -Pumuky, Lorenzo Salamanca, Transi Martín, Rosa Chacón, Carmen Ferreras, Transi Andrés, Mario Carnero, Kike Méndez, Eva Araújo, José Ignacio Petit, Álvaro de Paz, Martín Ramos, Marichu García, Pepe Calvo y Rafa Santiago- cuentan las experiencias de personas que prefieren ocultar su nombre.

Las del vídeo son personas anónimas pero, como se puso ayer sobre la mesa, conocidas por familiares y amigos que, en ocasiones, no sabrán siquiera que padecen esta enfermedad. Porque en Zamora, el sida es una realidad. En 2016 se produjeron cuatro nuevas infecciones por VIH, una cifra mayor que en el año anterior, cuando fueron solo dos, pero más baja que las que se estaban produciendo desde el inicio de la década. Fueron seis los nuevos pacientes infectados en Zamora en 2010, nueve al año siguiente, cinco en 2012, siete en 2013 y nueve en 2014, según los datos oficiales de la Consejería de Sanidad. En Zamora se han dado 221 casos de sida desde que se empezó a diagnosticar la enfermedad. 221 personas que, en muchos casos, prefieren ser invisibles.