Se da menos casos, pero más graves. Es lo que parece inferirse de los datos sobre agresiones a sanitarios facilitados ayer por el Observatorio regional que en el periodo entre enero y septiembre ha registrado en Zamora 17 incidentes (14 en hospitales y 3 en Atención Primaria), con 25 profesionales afectados frente a los 21 del mismo periodo del año anterior en el que el número de agraviados fue menor, 22.

En el conjunto de la región han sido 463 los trabajadores agredidos, el 85% de ellos mujeres. La mayoría, 175 eran médicos, 150 enfermeras, 78 técnicos auxiliares de enfermería, 14 celadores y 46 otro tipo de personal. En el informe del Observatorio, que ayer se reunió presidido por el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez destaca la reciente creación de la figura del Interlocutor Policial Sanitario en todas las provincias de la Comunidad, con el fin de abordar las manifestaciones violentas o intimidación al personal sanitario.

Del total de agresiones, 99, el 16 %, fueron físicas, de las cuales 55 se produjeron en área de Psiquiatría; cinco en Urgencias; seis en Medicina Interna; cuatro en consultas; una en domicilio del paciente; dos en la vía pública, y 26 en otros lugares. Del resto de agresiones, el 21 % fueron de carácter psicológico y el 63 % verbales.

En una encuesta realizada por Sacyl el 66,8% del personal entrevistado respondió que nunca había sufrido una agresión, mientras que el 29,8% sí que había sido agredido física, verbal o psicológicamente en alguna ocasión. Se detectó que muchos profesionales no comunican los casos de agresión que sufren.

En la encuesta se descubrió que el 61,2% de los agresores fueron hombres, frente a un 38,8% de mujeres, y que en un 52,6% de los casos fue el propio paciente el que realizó la agresión, mientras que en un 42,2 % el agresor fue el acompañante.