Frente al ambiente caldeado de las últimas sesiones, las gélidas temperaturas de las últimas jornadas también templaron el Pleno ordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento de Zamora, desarrollado en un ambiente distendido e incluso, por momentos, anodino, además de ser el primero tras el controvertido reparto de áreas entablado entre PSOE e Izquierda Unida a raíz de la entrada de la concejala socialista, Adoración Martín.

No obstante, las desavenencias llegaron con la aprobación del cuarto punto del orden del día: la propuesta de mejora de las condiciones laborales de los empleados públicos adscritos a la Policía Municipal. La edil no adscrita Cruz Lucas criticó la tardanza en el abordaje de la conciliación laboral y familiar en este área y lamentó la falta de información -valga la redundancia- en las comisiones informativas. Una queja a la que se sumó el grupo municipal de Ciudadanos, cuyo portavoz, Francisco José Requejo, arremetió contra la "unilateralidad" del equipo de Gobierno durante el procedimiento de negociación de las condiciones y discrepó de la "impecabilidad" del proceso administrativo. El Partido Popular, por su parte, tildó de "ambiciosa" la propuesta planteada por el Ayuntamiento y echó en cara la exclusión de la oposición en el acuerdo acusándoles de "llegar a la torre del castillo" sin mirar hacia abajo.

Ante estas acusaciones, la concejal de Personal, Laura Rivera, reconoció la demora del convenio pero defendió su "amplio consenso y unanimidad sindical" que, a su juicio, ofrece soluciones "racionales, justas y posibles". Así, entre la batería de medidas que contempla el acuerdo destaca la reducción de horas extra y los incentivos al turno de noche, que además a partir de ahora contará, como mínimo, con seis agentes en turnos ordinarios y siete durante los fines de semana.

De forma paralela, durante la sesión plenaria también se dio luz verde a la recuperación de las dos parcelas de Benedictinas de 8.000 metros cuadrados, ubicadas junto a la gasolinera de Vista Alegre y las vías del ferrocarril, donde estaba proyectada la construcción de un centro deportivo. Una actuación similar a la que se realizó con otro terreno colindante donde estaba prevista la construcción de una residencia de ancianos y que responde a los "rescoldos del boom del ladrillo", tal y como apostilló Francisco Guarido. Asimismo, el alcalde agradeció las palabras de Requejo en reconocimiento del "lavado de cara" al que se están sometiendo distintas dependencias de la Casa de las Panaderas y que responde a la segunda fase del proyecto de acondicionamiento que comenzó con el famoso "sofá rojo". "Y que demostró que algunos hicieron bastante el ridículo, se levanta la sesión", concluyó.