La asamblea de agricultores y propietarios de suelo en su día recalificado por el Plan General de Ordenación Urbana, aunque en la realidad sigue teniendo un uso rústico, dieron ayer el primer paso para intentar que las 300 hectáreas que todavía quedan "en el limbo" recuperen su condición rural a todos los efectos y no solo los catastrales.

Son once sectores que suponen el 36% del término de Zamora los que se pretende que dejen de ser definitivamente suelo urbanizable, ya que en ellos no se ha iniciado ningún tipo de actuación urbanística ni nunca se llevará a cabo. La Junta Agraria de Zamora que preside Rubén Carretero ha sido la promotora del cambio de calificación de este suelo, que se pretenda siga el mismo camino que los sectores recalificados que volvieron a rústicos después de que los tribunales dieran la razón a quienes habían pleiteado contra el Ayuntamiento o los del Plan Regional Zamora Duero de Villagodio, una vez se constató que ni Cylog ni Cúpula del Duero se iban a construir nunca.

La arquitecta Pilar Camba, la abogada Marta Valdesogo y el secretario técnico de Coag Manuel Martín fueron los encargados de explicar la situación a los asistentes, algo muy necesario ya que para lograr la reversión de la situación será necesario el apoyo mayoritario de los propietarios de fincas. Lo que se pretende es desarrollar un importante trabajo técnico en apoyo de las demandas del colectivo sobre el que el Ayuntamiento se pueda apoyar para acometer la modificación del Plan General de Ordenación Urbano, un trabajo complicado que requeriría casi con toda seguridad recurrir a un contrato externo para poderse llevar a cabo.

La recalificación de terrenos del PGOU de 2011 supuso que 55 sectores que sumaban 850 hectáreas se convirtieran en urbanizables. En 2013 se actualizan los valores catastrales lo que supone un importante incremento de las cargas impositivas que gravan esos terrenos. Posteriormente Hacienda admitió que determinados impuestos, como el IBI, debía de aplicarse a estos terrenos como si fueran rústicos. Sin embargo, a efectos de determinados impuestos, como los de transmisiones o sucesiones continúan con valores muy elevados.