Irene Gómez, periodista de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, recogió ayer el premio Francisco de Cossío en la sede de la Presidencia de la Junta de Castilla y León por el trabajo titulado "El primer caso de pederastia en la Iglesia de Castilla y León condenado por la Santa Sede", publicado por este medio de comunicación en enero, febrero y mayo de este año.

El jurado de la trigésimo segunda edición de los Premios destacó el conjunto de artículos publicados sobre el llamado "Caso Ramos Gordón" que reveló en exclusiva la primera condena eclesiástica a un sacerdote de la Diócesis de Astorga por abusos sexuales.

En su discurso de agradecimiento, la redactora de la sección de Comarcas valoró el reconocimiento del trabajo "en tiempos tan acelerados por la inmediatez de la noticia, cuando prima una necesidad casi enfermiza por llegar los primeros, subestimando a veces el sagrado principio de la veracidad". En este sentido, aseguró que "es alentador que se premie el periodismo cocinado a fuego lento, la información rigurosa, perseverante y bien elaborada".

Asimismo, la periodista agradeció el apoyo de sus colegas de profesión -con un recuerdo especial a su compañera Belén Alonso-, que cada día trabajan para que los zamoranos se despierten cada día con LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, "como en los últimos 120 años que estamos conmemorando", recordó.

Sin embargo, Gómez centró el valor del galardón en F.L., cuyo testimonio propició el relato otros exseminaristas testigos de vejaciones a otros alumnos por parte del expárroco de Tábara, Manuel Ramos Gordón. "Este premio es de F.L. porque su arrojo ha permitido derribar muros infranqueables y animar, es verdad que tímidamente, a que otras víctimas sigan tus pasos y resplandezca la verdad por incómoda que sea", destacó. La redactora relató cómo reparó en el dolor de la víctima y reconoció su coraje para "dar el paso de denunciar cuanto pueden, cuando sacan fuerzas y se arman de valentía" para afrontar una "tenaz batalla sin precedentes en Castilla y León" tras demostrar la verdad, pilar del periodismo.

A este respecto, Irene Gómez abogó por el deber de informar con rigor, capacidad de análisis, creatividad, y también con humildad. "El apogeo de la era digital es incuestionable, fascinante; pero al igual que no podemos perder ese tren, tampoco obnubilarnos con lo que algunos expertos han llamado "el culto a la velocidad", un delirio de sobreinformación privado de contenidos de calidad que puede acabar descuidando principios básicos de nuestro oficio", advirtió.

Además, ensalzó el trabajo de los periodistas de provincias, quienes demuestran "estar a la altura de "vacas sagradas" del periodismo", y encomió la labor sin complejos de los periódicos llamados "pequeños" rememorando el galardón Ortega y Gasset que también fue concedido a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en 1998. Tal y como recordó la redactora haciendo alusión al Evangelio, "la verdad os hará libres".