La regulación del aprovechamiento de setas propiciado por el programa Micocyl ha permitido acabar con el oscurantismo en el que se movía el mercado de los hongos, lo que ha sido muy beneficioso para conocer la trazabilidad del producto, es decir, el origen de las especies que finalmente llega al consumo humano.

El dato lo proporcionaba ayer Berta Martín, técnico de Agricultura de la Diputación Provincial que se encarga de todo lo relacionado con en área micológica y la persona que ha estado en la coordinación de la segunda edición de Zamora Micológica, que este año ha dejado atrás el enfoque científico de la primera cita del año pasado, realizada en colaboración con la Asociación Micológica Zamorana, para adoptar una orientación más comercial y turística.

Así, dentro de Zamora Micológica se han celebrado por vez primera dos citas, Mercasetas y la Feria Micológica, acompañadas, en el mismo espacio de las salas polivalentes del Teatro Ramos Carrión (con acceso por Alfonso XII) por conferencias, talleres infantiles y degustaciones, todas ellas con un importante atractivo para el público.

El Mercasetas es una actividad que ya se viene desarrollando en otras provincias pero que por primera vez se ponía en marcha en Zamora. En una temporada de escasa producción ha sido la seta de cardo la principal representante de los bosques zamoranos, traída por recolectores para vender en este mercado, donde los consumidores podían adquirirla, junto con ejemplares traídos por empresas zamoranas de otros lugares, como los boletus gallegos o especies de otros puntos de Europa. En Mercasetas "se ha podido ver como venía la gente a vender las setas, como se preparan y como es el proceso de trazabilidad. Eso es muy importante en el caso de las setas, un mercado tan oscurantista en el que nadie quería dar sus datos a la hora de vender, ni había facturas, ni nada. Gracias al proyecto Micocyl hemos estado trabajando en eso y ahora como se lleva muchos años de bagaje, en los montes que están con la regulación del Micocyl la gente que saca los permisos y recolecta en estas zonas se mete en un proceso de trazabilidad, firma unos albaranes y ya sabemos de dónde son las setas que nos estamos comiendo. Es entonces cuando se pone el sello de setas de garantía de Castilla y León".

En la última jornada se celebró el concurso "Zamoranito de oro" al mejor boletus de jara, o mejor dicho, estaba previsto que se celebrara ya que al final el certamen quedó desierto. Habrá que esperar a una próxima edición, cuando la campaña micológica sea algo más favorable que la de este año, para ver si el concurso puede cuajar. En todo caso, las actividades en torno al rico mundo de la micología en provincias con un sector setero importante, como es Zamora, seguirán teniendo detrás la apuesta de administraciones como la Diputación Provincial.