Las redes sociales y el teléfono móvil se han convertido en nuevos elementos de control en las relaciones "tóxicas" entre jóvenes. "Algunas personas si envían un whatsapp a su pareja y no le contesta en seguida, supone un enfrentamiento al día siguiente", puso como ejemplo la psicóloga Francis Collado. "Antes una prueba de amor era perder la virginidad con tu pareja, ahora sugieren que demostrar amor verdadero supone dar la contraseña del Facebook", añadió.

Collado participó ayer en las jornadas universitarias sobre "Relaciones de pareja. Agresiones sexuales", que reunió -en horario de mañana y tarde- a estudiantes de Magisterio Magisterioy Enfermería, organizadas por la Asociación Igualdad en Sociedad (Asies), en colaboración con la USAL y la Junta.

Por su parte, el abogado Ramón Sanz ofreció la visión legislativa de esta situación, haciendo hincapié en que al hablar de violencia en el domicilio familiar "se realiza en un ámbito de dependencia, normalmente proveniente de una relación tóxica, por lo que les frena mucho a la hora de poner las denuncias".

Sobre estas jornadas, el abogado destacó que "los oyentes suelen interesarse por las razones de las denuncias, cómo afecta dar ese paso a la víctima y los recursos jurídicos con los que pueden contar". A este respecto, Sanz recordó que todos los colegios de abogados de Castilla y León tienen un turno específico para atender a estas víctimas las 24 horas del día y los 365 días del año. "Además, en este mes se ha suscrito un convenio con la Gerencia de Servicios Sociales para extender estas asistencia jurídicas también a víctimas de agresiones y abusos sexuales, tanto a mujeres como a niñas", detalló. De esta manera, podrán ser asesoradas por profesionales desde el momento de poner la denuncia hasta la sentencia condenatoria.

Su compañero José Ignacio Vicente, trabajador social y presentador de estas jornadas, valoró que el mayor beneficio de esta iniciativa, que les ha llevado por diferentes facultades de Castilla y León durante los últimos días, es la reflexión que genera entre los universitarios. "Les ayuda a tener otras visiones de las relaciones y generar una actitud crítica, aprendiendo a que hay muchas otras maneras de vivir una relación, más allá de la del amor romántico que nos han inoculado", destacó.