"No somos mendigos, vagabundos, carrilanos, pedigüeños, indigentes, vagos, viciosos, vividores, borrachos o yonkis". Aquellos que no tienen un hogarsalieron ayer a la calle para reivindicar sus derechos fundamentales "como personas" y la desaparición de la visión negativa que la sociedad tiene de ellos. Fue una de las actividades que durante toda la semana está desarrollando Cáritas Diocesana de Zamora, que gestiona el centro de acogida Madre Bonifacia, donde, además de dar cobijo a estas personas, se les guía por unos itinerarios para solicitar ayudas económicas, formarse y gestionar su propio futuro.

"Somos personas con formación y profesionales. Desde camareros, hasta albañiles o limpiadores. Muchos tenemos formación y otros no, pero todos aportamos", aseguraron en manifiesto que leyeron después de "atravesar" un pasillo puesto en pie en plena calle Santa Clara con el objetivo principal de reivindicar el mantenimiento de sus derechos "a la vida, a la libertad, a ser persona", subrayaron.

Por ese motivo, solicitaron a las administraciones públicas "los recursos necesarios y adecuados para poder iniciar una nueva vida y poder salir de esta situación", exigieron. La sensibilización de la sociedad ante su situación la consideran clave para no sentirse "estigmatizados", al tiempo que solicitaron a los centros "que se adapten a las personas que están en situación de calle, para poder iniciar un proceso de inclusión y no solo gestione nuestra pobreza", puntualizaron.

Además de este acto reivindicativo y la lectura del manifiesto, para dar visibilidad a estos ciudadanos, Cáritas Diocesana de Zamora ha organizado para este domingo 26 de noviembre, Día de las Personas sin Hogar, una eucaristía en la iglesia de San Juan, a partir de las 12.30 horas, con la que se pone punto y final a los actos programados este año para mostrar a la sociedad la realidad de estas personas.