La correspondencia mantenida por Manuel Gómez-Moreno y su esposa Elena Rodríguez-Bolívar entre 1903 y 1904 con Miguel de Unamuno, Cesáreo Fernández Duro o los condes de Valencia de don Juan, entre otras personas, representa una fuente de información para conocer la historia de Zamora y más en profundidad la manera de trabajar del prestigioso investigador que efectuó el primer catálogo monumental de la provincia. Estas misivas relativas a Zamora ven ahora la luz gracias a un trabajo desarrollado por los historiadores Josemi Lorenzo Arribas y Sergio Pérez Martín, quienes han rastreado el material dentro los fondos del Instituto Gómez Moreno de Granada, unas pesquisas que se ha materializado en el volumen "Excursiones zamoranas, 1903-1904. Epistolario de Manuel Gómez-Moreno y Elena Rodríguez-Bolívar" que engrosa la colección de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, presentado ayer en la Diputación de Zamora.

El libro está dividido en una primera parte que aproxima a la figura y a la labor de Gómez-Moreno, mientras que la segunda reúne las cartas que atañen a la elaboración del catálogo monumental de Zamora, y al patrimonio y la historia de Zamora.

Desde el punto de vista etnográfico el historiador Josemi Lorenzo avanzó que hay apuntes de la "cultísima" Elena Rodríguez-Bolívar "muy interesantes", dado que describe "unos cantos heterofónicos en las fiestas de Bermillo de Sayago" y ahondó que en las primeras cartas Gómez-Moreno "habla de una multitud de pequeñas iglesias de Zamora a las que no les da el mayor interés, pero un año más tarde ha variado la perfección de los templos de la capital y de los descubrimientos científico de San Pedro de la Nave, de Santa María de Moreruela, las ruinas de Castroforafe... una larga nómina que nos da la intrahistoria" porque "casi en tiempo real lo que van descubriendo se lo van contando entre ellos y al padre de Manuel Gómez".

Su compañero de proyecto, el historiador Sergio Pérez aludió a un viaje que efectuó Gómez-Moreno a Sanabria, una zona que "compara con las Urdes" y "hasta describe la fisonomía de las gentes en unas pinceladas maravillosas". Además, en una de las excursiones que realiza a Benavente el experto granadino en varias cartas le explica a su esposa y a su padre que "se encuentra el castillo totalmente arruinado y se pasa días y días en las ruinas y juntando los azulejos que cubrían el gran palacio".

Para el director de la colección Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, Juan Rodríguez Iglesias, el libro es un "testimonio de primer orden que confirma los numerosos datos y manifestaciones que desarrollan la variopinta cultura tradicional zamorana a principios del siglo XX" en tanto que el editor Luis González, aseguró que el volumen "tendrán una repercusión nacional porque todos los historiadores e historiadores del arte van a tenerlo como referencia".