Estaba condenado a pagar más de 93.000 euros por sentencia, que no estaba dispuesto a cumplir. Ideó un plan que le pareció perfecto, pero no contaba con que podía terminar ante el juzgado una vez más y condenado a prisión, pena que se sustituye por una multa, por incumplir el mandato judicial y por otro delito, insolvencia punible, el más conocido como alzamiento de bienes, cometido en diciembre de 2014.

Su estrategia para evitar el pago de los más de 93.000 euros se vino al traste cuando se intentó ejecutar la sentencia, al indagar se comprobó que el acusado había transferido todos sus bienes a su esposa. El procesado acudió al sistema de capitulaciones para que no se pudiera cobrar la cantidad establecida por el juez en su sentencia mediante ningún tipo de embargo sobre sus posesiones el dinero que la sentencia judicial le obligaba a abonar, de cuyo contenido no se ha ofrecido ningún tipo de dato, al no ser esa cuestión objeto del juicio fijado por el Juzgado de lo Penal, que no llegó a celebrarse porque el imputado reconoció haber cometido el delito de insolvencia punible.

La confesión propició un acuerdo con el Ministerio Fiscal que permitió reducir la condena de cárcel que se exigía inicialmente y dejarla en tres meses de prisión, que se sustituirá por el pago de una multa de 1.800 euros (360 días con una cuota diaria de 5 euros), puesto que también ha reparado el daño al abonar los 93.000 euros. De hecho, la acusación particular que reclamaba esa indemnización impuesta por un juez en sentencia firme se retiró del procedimiento judicial al ser resarcida por el acusado.

El hombre decidió efectuar las capitulaciones en diciembre de 2014 para descapitalizarse, de modo que pasó a adjudicar todas sus propiedades y bienes a su cónyuge, que pasó a disponer de ellos como única titular con el único objetivo de declararse insolvente cuando tuviera que pagar. Durante la investigación judicial, la Fiscalía mantuvo a la esposa del imputado al margen de la acusación, al considerar que ella desconocía que su esposo hubiera realizado las capitulaciones para figurar como insolvente y eludir el cumplimiento del fallo judicial.