El robo de un columpio para niños con movilidad reducida en el parque infantil de Las Viñas ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del Ayuntamiento de Zamora. Una acción "con auténtica mala fe" y que supone "un salto cualitativo" en materia de vandalismo. Ante esta situación y teniendo en cuenta la dificultad de localizar a quienes perpetran este tipo de actos, Francisco Guarido ha solicitado la colaboración ciudadana para que cada vez que se vea un ataque contra el patrimonio público o privado, se denuncia pertinentemente. "Pillarlos es muy complicado, pero al que pillemos se le aplicará la máxima sanción posible", anuncia el alcalde.

La factura del vandalismo asciende a 100.000 euros al año. Una cuenta que sale del bolsillo de todos los zamoranos y que sirve para reponer todo tipo de mobiliario atacado sin ningún sentido por esta lacra social. "Hablamos de vandalismo, pero también de robos que tienen un afán de destrucción aún mayor", apunta Guarido. "Los 100.000 euros que cada año pagan todos los zamoranos por el vandalismo es una cantidad muy importante. Por poner ejemplos, es más que el coste de la teleasistencia, la mitad de lo que supone el mantenimiento de aceras y una cantidad similar a la repartida entre todas las asociaciones de vecinos de Zamora", explica el alcalde de la capital.

Por esta razón, desde el Ayuntamiento de Zamora llaman a la colaboración ciudadana para tratar de erradicar el vandalismo en Zamora. "Esto es una cosa de todos y tenemos que mentalizarnos de que cada elemento que rompen o roban, la pagamos todos. Por eso la gente tiene que concienciarse y saber que cuando vean algún episodio de este tipo, deben denunciarlo", indica Guarido. "Existen cámaras de vigilancia y policía vigilando, pero es muy difícil pillar a los vándalos y por eso debemos colaborar todos", explica.

La situación ha alcanzado tal punto de hartazgo en la Casa de las Panaderas que se van a emprender diferentes campañas de concienciación contra el vandalismo al objeto de, si no eliminarlo del todo, sí disminuirlo en la medida de lo posible. Y es que, para entender cuál es el escenario, lo mejor es el ejemplo. El pasado viernes, operarios municipales distribuyeron por toda la ciudad más de 200 nuevos contenedores de basura. En la jornada de ayer, en pleno Casco Histórico, varios de ellos ya estaban firmados.