Tendrá que pagar 90 euros de multa y 500 euros por los daños ocasionados a la puerta del garaje tras forzar su apertura con la parte trasera del vehículo que conducía para poder salir del estacionamiento privado. Ni corto ni perezoso, dio la vuelta con su turismo y arremetió contra la puerta, que terminó rota.

El vecino de la comunidad de Ramiro de Ledesma, cuyo nombre responde a las iniciales de E.G.F., intentó abrir la puerta corredera del garaje con su mando, pero no lo consiguió porque este no funcionaba correctamente. Los intentos terminaron a las bravas, con un golpe que desbloqueó el acceso, pero causó desperfectos que tuvieron que ser asumidos por todos los vecinos.

Los trabajos para reponer la puerta supusieron una factura que ascendió a 500 euros, de la que no quiso hacerse cargo el vecino responsable de los daños que dejaron la puerta abierta de forma permanente hasta su reparación.

La comunidad se vio obligada a denunciar al inquilino que causó los daños, quien el día del juicio admitió ser el responsable del incidente y mostró su arrepentimiento por su conducta. El Juzgado de lo Penal le condenaba a la multa por un delito leve de daños y a indemnizar a la comunidad de propietarios con el pago del arreglo.