Madrileña de nacimiento, Dolores Pérez es la directora para España y Portugal de la Oficina Nacional Israelí de Turismo desde 2007. Después de 32 años de trabajo para el Ministerio de Turismo del país hebreo, Dolores Pérez tiene claro que su corazón "vibra" por aquella tierra y por "lo que acontece en ella". Hoy celebra una reunión en el Parador de Turismo de Zamora con agentes locales, con quienes desea trabajar con mayor intensidad después de que la provincia haya "despertado" en este ámbito.

- ¿Cuál es el objetivo del encuentro que hoy mantiene con agencias de viajes y órganos relacionados con el turismo?

-Somos la representación del Ministerio de Turismo de Israel en España y en Portugal y el objetivo consiste en acercar los atractivos del país a las agencias de viajes y a los profesionales del sector. El fin último está en generar todo tipo de viajes, también el llamado turismo de negocios. Nos hemos fijado en Zamora porque la provincia, la ciudad, han despertado en los últimos años y hemos descubierto que cada vez hay más posibilidades.

- ¿El desarrollo de investigaciones en Zamora relacionadas con la cultura judía es parte de su interés por acercar Israel a la provincia?

-No necesariamente. Lo que hemos constatado en Zamora es un mayor interés y una apertura al viaje gracias a la mejora de las comunicaciones, entre ellas, la conexión con Madrid en AVE. Asimismo, destacamos el comportamiento que percibimos en Castilla y León y en la provincia, con cada vez mayor número de zamoranos en Israel, que se convierten en los mejores embajadores del país. Queremos aprovechar sus opiniones y su forma de difundir el destino junto con las agencias de viajes. Por otro lado, es cierto que Zamora se está posicionando muy bien en Israel. Nos consta que israelíes tienen cada vez mayor interés por conocer esta ciudad.

- Usted que es cercana a nuestra ciudad a través de su familia, ¿qué opina desde el punto de vista turístico?

-Me encanta Zamora, creo que es la joya escondida. Le pasa un poco como a Israel: tenemos un país rico, variado y sabroso, que a veces es un gran desconocido por diferentes circunstancias.

- Zamora tiene una buena imagen en Israel, ¿a qué cree que se debe?

-Al esfuerzo combinado de instituciones públicas y privadas, y al empeño de la población de toda la provincia por redescubrir el legado judío. La prueba está en la publicación de trabajos al respecto, como el libro "Los judíos de Zamora", de Jesús Jambrina, y al reconocimiento de una personalidad importante, como fue Isaac Campantón. Ese puente ya creado y la idea de erigir un museo de historia judía hacen que Zamora suene con fuerza. Para los israelíes ciudades como esta son interesantes. España está a escasas cinco horas de vuelo, les encanta el español, profundizar en sus raíces y el legado judío en España es impresionante. El israelí es además un gran embajador de su país. No en vano, celebran en 2018 el 70 aniversario de la fundación del Estado, lo que demuestra el orgullo de sus habitantes.

- Hablar de Israel supone mencionar el llamado turismo religioso, ¿cómo ha evolucionado este término y esta realidad en los últimos tiempos?

-Israel es la cuna de la cultura judeocristiana y su importancia para el mundo cristiano es máxima, con lugares como Jerusalén, Tiberiades, Galilea, San Juan de Acre, Haifa... Llevo 32 años trabajando para Israel y la evolución de los peregrinos ha sido especial. Al principio, ni siquiera existían relaciones diplomáticas entre España e Israel. Los viajeros llegaban en barco y ahora lo hacen cómodamente en avión a través de multitud de aerolíneas. Antiguamente, el precio del paquete era mínimo, el alojamiento era muy económico y esto ha dado un gran cambio. Los grupos religiosos ven menos lugares, han añadido emplazamientos arqueológicos importantes para conocer el hecho histórico y las condiciones son mejores. Es importante destacar también el apoyo que estos colectivos están ofreciendo a la comunidad cristiana local, otro de los grandes cambios.

- El nuevo enemigo de las sociedades civilizadas, el terrorismo, ha colocado la cuestión de la seguridad en uno de los aspectos clave para los viajeros a la hora de desplazarse. ¿Cómo está actualmente esta situación en Israel?

-Las medidas de seguridad han existido siempre. Hemos comprobado que a raíz de los atentados de los últimos años, la percepción de este aspecto ha cambiado de forma significativa. Los viajeros de ahora valoran que cuando eligen Israel para sus vacaciones, el país tiene implementadas unas medidas que -gusten o no, sean o no molestas- acaban siendo agradecidas. El turista se siente más a gusto, más confiado, a pesar de requisitos como el de estar tres horas antes en el aeropuerto. Israel ofrece las máximas garantías, aunque hoy por hoy nadie puede ofrecer una certeza absoluta de que nada puede ocurrir, como estamos viendo en distintos países. Una vez que pasas el control, en Israel te sientes tranquilo y seguro.

- Hablaba del orgullo israelí por la celebración del 70 aniversario de la fundación del Estado de Israel, ¿tienen actividades preparadas a tal efecto?

-Aún no tenemos un calendario oficial de actividades. Israel está trabajando en ello y haremos que en España este aniversario suene con nitidez y poder así compartirlo con todos los españoles.

- En unas pocas palabras, ¿qué viaje le ofrecería a los zamoranos?

-Para quien le interesa la historia, Israel es un vehículo que te transporta al pasado en una distancia reducida. Recorridos pequeños, pero grandes emociones. También es una aventura para conocer la naturaleza en vivo. Más del 50% del país es un desierto que florece todos los años en primavera. Y por último, habría que decir algo así como "Massada es una pasada", una fortaleza que recuerda a un emplazamiento castellano-leonés como Numancia y que, personalmente, no dejaría de descubrir por nada del mundo.

- Quizá la gastronomía israelí no es demasiado conocida en nuestro país, ¿qué características tiene?

-En Israel no se puede hablar solo de una cocina, ya que hay más de 120 nacionalidades. Cualquiera puede imaginar la enorme variedad de platos que existen allí. Por un lado, hablaríamos de la cocina tradicional y, por otro, la de tipo oriental. La cocina en Israel es el encuentro de varios mundos. Personalmente, destacaría la calidad de los productos, con mención especial a los de tipo agrícola por su frescura, con unos vinos que ofrecen cinco denominaciones de origen de norte a sur. Estamos produciendo vino en el desierto, donde a veces llueve dos veces año. Aprovechamos el agua del subsuelo para regar, por ejemplo, los tomates cherry, un invento israelí. También llamaría la atención de que somos el destino vegano por excelencia, especialmente la ciudad de Tel Aviv. Y no porque ahora se lleve, sino porque nuestros platos son veganos. Nos encantan las ensaladas, las sopas de verduras y recibimos toda una serie de recetas traídas por los judíos procedentes de la diáspora. Y luego están las frutas, en competencia, precisamente con España con variedades como la naranja o la granada.

- Un aspecto, el de la gastronomía, clave para el turismo, ¿verdad?

-Mire, cuando uno viaja, recuerda al final lo que ha comido, lo que ha comprado y las personas que ha conocido. Todas esas experiencias son inolvidables.