Amanecía ayer el Puente de Piedra soportando sobre sus históricos sillares más peso del habitual, merced a las modificaciones en el tráfico que han obligado a reabrir a la circulación un monumento que permanecía transitable únicamente para peatones desde hace cuatro años. Las obras de reparación de la pasarela del puente de Hierro han obligado a reestructurar el tráfico en todo el entorno del río Duero para dar cobertura a los vecinos de la margen izquierda tanto a pie como en coche. Unos cambios que causaron algún contratiempo durante las primeras horas de la mañana pero que se tornaron en normalidad a medida que avanzaba la jornada. Durante los próximos días, los vehículos podrán utilizar el puente de Hierro en sentido de acceso al centro y el de Piedra para acudir a la margen izquierda. Los peatones, por su parte, podrán transitar por la calzada del puente de Hierro compartiendo espacio con los coches.

Al mismo tiempo que arrancaban las obras en la pasarela peatonal del puente de Hierro, las primeras lluvias del otoño hicieron acto de presencia en la capital. Una circunstancia que, por ahora, no provocará ningún contratiempo, pero que sí podría retrasar los trabajos algún día más de los siete previstos. "Estamos encantados con que llueva y de momento se podrá seguir trabajando en diferentes unidades de obra, pero quizás se retrasen las obras hasta los diez días aproximadamente", apunta el alcalde. Unas obras que tienen por objetivo recuperar la más que degradada pasarela tras las quejas de los vecinos y de los partidos de oposición.

El alcalde, Francisco Guarido, ha explicado los trabajos que se van a llevar a cabo durante las próximas jornadas. "Se trata de revisar y reparar el anclado de las tablas del suelo, la reposición de los cristales rotos de la barandilla y el tratamiento del piso con una capa antideslizante a lo largo de toda la pasarela", indica. "Para realizar estas obras contábamos con un presupuesto base de licitación de 50.000 euros que, tras una baja del 28%, se quedará en 36.000 euros", añade.

El objetivo inicial era que las obras finalizaran el próximo miércoles día 25 de octubre, aunque con las lluvias podría retrasarse hasta el siguiente fin de semana. Una vez finalicen, la idea es que duren y para ello el alcalde llama al civismo. "La gente tiene que darse cuenta de que vandalismo es igual a dinero público, por lo que esperamos que no se produzcan este tipo de actos", señala.