Seis de cada diez heridos graves en accidentes de tráfico ocurridos en la provincia de Zamora sufre secuelas de por vida, concretamente el 61%. La cifra puede parecer alta, pero resulta que se encuentra entre las más bajas de todo el país y contrasta con los datos de otras provincias de la Comunidad, como León, donde los accidentados que sufren secuelas de por vida es del 77%, una cifra ligeramente más alta que la media nacional, situada en el 70%.

De todos los accidentes que se producen, en un 8,6% de ellos hay al menos un lesionado, una proporción que se incrementa en las zonas de costa, con alta afluencia turística y en las regiones de orografía más montañosa. De hecho, las provincias con mayor proporción de lesionados son Las Palmas, Pontevedra y Murcia. En el lado contrario se encuentran Toledo, Segovia y Zamora (5%) con tasas muy inferiores a la media nacional.

En cuanto al resto de provincias de Castilla y León, de nuevo sólo León se encuentra por encima del promedio. Son los datos que figuran en un informe sobre los lesionados en accidentes de tráfico elaborado por la Fundación Línea directa, según el cual desde 2006, alrededor de 1,3 millones de personas, más de 70.000 en Castilla y León, han resultado heridas en un accidente de tráfico en España, el equivalente a casi el 3% de la población del país.

La gravedad de las lesiones también alarma: cada año, más de 13.000 personas resultan heridas de consideración en España por culpa de los accidentes de tráfico, que de media, sufren 14 días de hospitalización y más de 200 de rehabilitación.

Otra de las conclusiones del estudio es que el efecto del carné por puntos se diluye: sólo en los últimos cinco años los accidentes de tráfico con lesionados aumentaron un 18% en España, alcanzando cifras similares a las de 2006. Además, el número de lesionados también se incrementa notablemente: un 16% desde 2011.

Los españoles aún no están lo suficientemente concienciados: el 44% de los niños fallecidos en accidente de tráfico y el 30% de los que resultaron heridos graves, no llevaban sillita infantil. Además, el 32% de los fallecidos no usaba cinturón de seguridad y el 17% de los motoristas muertos en accidente de circulación no llevaba casco. El coste de la lesividad también es muy alto en términos económicos: la factura asciende a unos 10.000 millones.