Los bancos han pasado de acreedores a deudores en cuestión de meses. La crisis económica sufrida en la provincia de Zamora durante los últimos años ha hecho que las entidades financieras acumulen un capital inmobiliario que les está causando fuertes quebraderos de cabeza. En sus portales de venta son los propietarios de multitud de pisos a lo largo y ancho del territorio, pero en cada edificio concreto son un vecino más y tienen las mismas obligaciones que el resto: la de pagar las cuotas. Sin embargo, las comunidades zamoranas acumulan impagos por valor de un millón de euros por parte de los bancos. Una deuda que supone el 15% del total de lo pendiente.

Un informe del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas revela que la morosidad en las comunidades de vecinos de Zamora asciende a siete millones de euros, de los cuales un millón corresponde a las entidades bancarias. El organismo indica que se está produciendo un descenso general de los impagos, pero la situación continúa siendo peligrosa para aquellos edificios en los que los bancos son parte importante del vecindario.

La mejora en el mercado inmobiliario, señalan los administradores de fincas, está ayudando a reducir esa morosidad en Zamora. Atendiendo a las cifras, lo cierto es que la deuda de los propietarios ha caído desde los 7,6 millones de euros acumulados el pasado año a los siete registrados al inicio de este curso. Una mejoría que se nota también en la deuda bancaria, que ha pasado de 1,1 millones a un millón. Y es que, a medida que se desinfla la burbuja, las entidades bancarias son capaces de deshacerse de estos pisos -la mayoría embargados durante los años crudos de la crisis- a través de promociones o ventas especiales a un precio a menudo por debajo de la situación general del mercado inmobiliario.

Un lastre para propietarios

La morosidad en las comunidades de vecinos de la provincia de Zamora, pese a reducirse año a año, continúa siendo un lastre para aquellas que desean acometer mejoras en sus inmuebles pero se ven atadas de pies y manos por los impagos registrados tanto por parte de los otros propietarios como por las entidades financieras. Tanto es así que, aunque a cuentagotas, los juzgados comienzan a recibir reclamaciones de las propias comunidades para tratar de cobrar las deudas correspondientes a esta problemática. Y es que Zamora se encuentra en una delicada situación con una acuciante deuda que supera los siete millones de euros.