Francisco Guarido y Antidio Fagúndez hablan, pero no se entienden. La crisis de gobierno que se vive en el Ayuntamiento de Zamora supera ya los tres meses de duración y todavía no hay visos de solución a corto plazo. Las ofertas de Izquierda Unida no terminan de copar las expectativas de un Partido Socialista que quiere más peso en el organigrama municipal, pero eso no ocurrirá a costa de los ediles de IU. Difícil solución para un conflicto enrocado que pasa por su momento más crítico. No en vano, se acerca el final de año y hay que elaborar unos presupuestos, someterlos al examen del Pleno y sumar los trece votos necesarios para que salgan adelante. El tiempo apremia a un bipartito más separado que nunca hasta el momento.

La entrada de Adoración Martín como concejala del grupo municipal socialista no ha hecho más que causar problemas a un equipo de Gobierno dividido desde entonces. A pesar de que incorporar un edil más al organigrama debería suponer una buena noticia para ambos socios de la Casa de las Panaderas, lo cierto es que el terremoto no ha dejado de cosechar réplicas desde aquel ya lejano 3 de julio en que dimitió José Luis Gómez. Y es que, aunque públicamente se diga que las negociaciones avanzan -"lentas, pero avanzan", se comentaba tras la última reunión- lo cierto es que la falta de entendimiento entre las partes es total y la reestructuración del Gobierno es, a día de hoy, misión imposible en tanto en cuanto nadie quiere ceder parte de su cuerda.

El calendario, que no entiende de polémicas, dicta que el mes próximo debería presentarse el proyecto de presupuestos municipales para 2018 y someterlo posteriormente al análisis del Pleno. Pero en el seno del equipo de Gobierno, aseguran fuentes cercanas, saben que este va a ser un momento crítico si para entonces no se ha producido un acuerdo, dada la incertidumbre total que generaría el voto de los socialistas, como ya ocurriera con la malograda Ordenanza de Venta Ambulante tumbada por los de Antidio Fagúndez el pasado mes de septiembre.

Y mientras todo esto ocurre, la oposición critica una total falta de actividad en el Ayuntamiento de Zamora, con "Plenos con asuntos de mero trámite y Juntas de Gobierno sin contenido", como apuntaba Clara San Damián tras la última sesión. Miguel Ángel Viñas ha asegurado tener "una paciencia infinita" para solventar esta situación, aunque el PSOE parece no estar dispuesto a prolongarla por mucho más tiempo.