Un grupo de zamoranos con discapacidad intelectual elabora un proyecto para mejorar las instalaciones municipales desde el punto de vista de la adaptación cognitiva de los espacios. La falta de señalización y la necesidad de lectura fácil figuran como principales déficits diagnosticados por el colectivo. El proyecto, materializado por la Fundación Personas, tiene un objetivo con mayúsculas: "Las personas con discapacidad intelectual queremos comprender el mundo". En este marco surge el término accesibilidad cognitiva, es decir, adaptar los espacios para que los usuarios tengan una mayor comprensión del entorno para poder guiarse y ser protagonistas activos. Se trata, en definitiva, de fomentar una sensibilización social para hacer de Zamora "una ciudad abierta y comprensible para toda la ciudadanía".

El punto de arranque del proyecto ha seleccionado dos instalaciones municipales concretas, el polideportivo Ángel Nieto y la piscina climatizada. Dos infraestructuras con las que el colectivo pretende "mejorar la calidad de vida a través de la práctica deportiva y poder acudir a las actividades que acojan los espacios", exponen. Todo ello desde el enfoque de hacer que los entornos sean cognitivamente más comprensibles para estas personas y, a su vez, para toda la población.

La acción, organizada por Plena Inclusión, tiene como objetivo transmitir a las administraciones -en este caso, al Ayuntamiento de Zamora- la importancia de adaptar los espacios públicos para que sean comprendidos por todas las personas.

El proyecto se estructura en tres fases: el conocimiento de la accesibilidad cognitiva, un trabajo de campo para analizar de forma sistemática los dos espacios y la elaboración de un documento guía que oriente al Ayuntamiento con las propuestas sostenibles.

Según los datos proporcionados por la Fundación Personas, tres de cada diez personas tienen dificultades para comprender algunos tipos de información. El colectivo no solo incluye a personas con discapacidad, sino que abarca también a personas mayores, extranjeros con escaso dominio del idioma, personas con bajo nivel cultural o niños. La capacidad de lectura también se ve afectada en este grupo de personas y para ellas está dirigido el sistema de lectura fácil que se trata, en definitiva, de la adaptación de textos y documentos tanto en forma como en lenguaje y contenido para garantizar el derecho al acceso a la información y, por ende, a la participación.

En términos regionales, la iniciativa ha movilizado a 230 personas con discapacidad de 22 asociaciones asentadas en 21 municipios de Castilla y León.