José Luis Gómez, concejal no adscrito a grupo municipal alguno, dimitió de su puesto en el Ayuntamiento de Zamora hace hoy exactamente tres meses y su acta dentro de la Corporación fue a parar al Partido Socialista. Desde entonces, las relaciones entre IU y PSOErelaciones entre IU y PSOE se han distanciado hasta el punto de que nada se sabe sobre lo que va a ocurrir con el pacto de Gobierno que el bipartito suscribió tras las elecciones municipales del 2015. Francisco Guarido y Antidio Fagúndez se pasan la pelota acerca del área que va a ocupar Adoración Martín dentro del organigrama del equipo de Gobierno y ninguno de los dos despeja dudas de cara al futuro. La relación, a día de hoy, parece más enfriada que nunca.

Las dos formaciones que capitanean el barco de la Casa de las Panaderas se vuelven a ver las caras esta tarde en el Pleno, después de que el pasado 15 de septiembre, el PSOE, con su abstención en el turno de votaciones, echara por tierra la Ordenanza de Venta Ambulante elaborada por la concejalía que dirige Christoph Strieder. Aquella fue la primera vez que ambos socios mostraban públicamente sus diferencias. Un distanciamiento que nacía de la falta de acuerdo para otorgar un área de gestión para Adoración Martín, la edil socialista entrante tras la renuncia de José Luis Gómez. Separación que, a día de hoy, todavía sigue enquistando las conversaciones entre los partidos.

Izquierda Unida, con los ocho concejales que aporta al equipo de Gobierno, considera que entenderse no es lo mismo que doblegarse. En el seno de la formación dirigida por Francisco Guarido creen que el fin de esta disputa radica en que cada uno de los grupos asuma su papel, y no existe voluntad alguna de retirar áreas a concejales que llevan trabajando en ellas desde el mismo mes de junio del año 2015, cuando se alcanzó el acuerdo para coger el timón del Ayuntamiento de la capital.

En el PSOE, el planteamiento es diferente. Tras dos años y medio aportando tres concejales a la estructura de Gobierno, estiman que la entrada de Martín da más empaque al bipartito -desde ahora con doce ediles en vez de once- y ello merece una contrapartida en forma de área de gestión. Área que podría salir de aquellos concejales de IU que más responsabilidades acaparan, como son Romualdo Fernández y Christoph Strieder.

Lo cierto, hoy por hoy, es que IU y PSOE no se ponen de acuerdo ni para explicar en manos de quién está la solución. Francisco Guarido aseguraba ayer que la pelota está en el tejado del PSOE después de las últimas reuniones. Antidio Fagúndez, por su parte, detalla que el pasado viernes los socialistas hicieron una oferta que Izquierda Unida deberá responder en el día de hoy.

La paciencia del PSOE, en cualquier caso, parece estar acabándose. Antidio Fagúndez responsabiliza de la situación a su socio en el Ayuntamiento hasta el punto de asegurar que "si el PSOE fuera quien ostentara la Alcaldía, este asunto estaría zanjado desde hace tiempo". El teniente de alcalde y principal interlocutor en las negociaciones es tajante. "Izquierda Unida tiene más áreas y es quien debe de ceder, porque se trata de compartir la gestión del Gobierno", explica.

El tiempo apremia y Adoración Martín continúa sin un área propia, escenario que ni IU ni PSOE han querido contemplar nunca. Quizá, por eso, los socialistas están intranquilos. "Todo tiene un límite. Llevamos en esta situación mucho tiempo y creemos que el PSOE está siendo responsable en este asunto, pero la nueva concejala tiene que tener un área definida", apunta Fagúndez. El alcalde, Francisco Guarido, prefiere mantener su silencio. Al menos, por el momento.