La Fiscalía Provincial mantuvo los 10 años de prisión que exigía para cuatro imputados en los robos ocurridos en el municipio de Coreses, entre los días 31 de marzo y 2 de abril de 2016, en dos viviendas, en la obra de una casa en construcción, de la que se llevaron material de carpintería y ebanistería que aún no se había instalado, donde causaron daños materiales al forzar las entradas para acceder al interior.

El Ministerio Público solicitó también, en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal, para los procesados, al parecer, integrantes de una banda organizada asentada en Madrid, la indemnización de 13.000 euros, cantidad que responde al valor de los artículos robados y los daños causados en las casas y la industria local.

Los acusados, que negaron los hechos en la vista oral, fueron detenidos en el marco de una operación policial llevada a cabo desde Madrid, en el transcurso de la que hallaron pruebas definitivas para implicarles en los robos ocurridos en Zamora, al hallar en el registro de sus domicilios, ubicados en la capital madrileña, artículos que pertenecían a los dueños de las casas asaltadas en Coreses, según se puso de manifiesto en el transcurso de la vista oral.

La investigación abierta para esclarecer robos denunciados en diferentes puntos del país dio con el paradero de cuatro individuos, de nacionalidad rumana, que tenían en sus domicilios objetos sustraídos de dos viviendas y un negocio de carpintería y ebanistería, ubicados en el municipio de Coreses, del que los ladrones se llevaron objetos y material valorado en 13.000 euros.

Los cuatro imputados declararon ante la juez que se conocían de vista, sin que entre ellos hubiera ningún tipo de relación. Sin embargo, la fiscal sostiene que forman parte de una banda organizada que se desplaza desde Madrid para cometer delitos contra la propiedad y regresar a su lugar de residencia. Los objetos que sustraen los venden en el mercado negro, beneficios que van a engrosar los dividendos de la organización criminal.

La juez tendrá que decidir si impone a dos de ellos, con antecedentes penales por hechos similares, de iniciales F.M.T. y F.Z., los tres años de cárcel que la fiscal solicita para cada uno, para los que el Ministerio Fiscal exige que se les aplique la agravante de reincidencia. La acusación pública solicita, asimismo, otros dos años y medio de prisión a cada uno de los otros dos procesados, M.F.S. y F.P., todos ellos de nacionalidad rumana. Los abogados de la defensa solicitaron a la magistrada la absolución para sus clientes por falta de pruebas.

La fiscal sostiene que los cuatro viajaron desde la capital de la comunidad madrileña el 31 de marzo para aproximarse a Coreses a las 12.00 horas de ese día al número 3 de la calle de Benegiles y, tras cortar la valla metálicas de la finca y forzar la cerradura de la cocina recorrer varias estancias de la casa y llevarse propiedades, que los dueños valoraron en 4.605,34 euros. Entre ellos, un robot automático para limpiar piscinas por importe de 2.900 euros, joyas, trajes de caballero, vestidos de fiesta de mujer, botellas de vino, una bicicleta de niño y de adulto y un vehículo grande de juguete para niño, imitación de un jeep con un coste de 350 euros.

Los procesados habrían esperado a que cayera la noche para entrar, entre las 21.30 horas del 31 de marzo y las 9.15 horas del 1 de abril para entrar en otro chalé en construcción de la localidad, situado en la calle de San Roque, cuyo dueño calculó las pérdidas sufridas en 6.537,82 euros, al desaparecerle desde una caldera mural mixta, valorada en 1.305 euros a un acumulador por 810 euros, un descalificador completo de 630 euros y diversa herramienta. Además, tuvo que reponer y reinstalar equipos y fontanería con un coste de 1.500 euros.

En ese mismo domicilio, se hicieron con efectos que se valoraron en 1.864,85 euros, según consta en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.