"Un mundo nuevo y fascinante". Ésta fue la primera impresión que se llevó de las Mascaradas de Zamora el diputado de Turismo y vicepresidente del Patronato Provincial de Turismo de la Diputación, José Luis Prieto Calderón. Descubrió los antruejos hace solo nueve años y quién iba a decirle entonces que se convertiría, de la mano del Patronato, en uno de los principales precursores de su impulso y promoción.

-¿Cómo explicaría a un ajeno qué son las Mascaradas de Zamora y qué valor tienen?

-Es una seña de identidad de nuestra provincia, en ninguna otra de España hay una acumulación de mascaradas así y han constituido desde hace cientos de años la base de nuestra cultura.

-Un gran impulso sería reconocerlas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. ¿Qué viabilidad hay y en qué punto están?

-Los reconocimientos y las marcas son importantes, pero lo más relevante de todo este proceso es que no se han perdido, es más, en algunos casos se han recuperado. Y este impulso se debe gracias a la labor, primero, de los periodistas y fotógrafos que fueron los pioneros en acercarse a esa realidad del mundo rural que estaba empezando a desaparecer. Y después, a los políticos, desde los ayuntamientos hasta las instituciones provinciales o autonómicas que impulsan su mantenimiento y promoción. Por tanto, con independencia de conseguir el reconocimiento de la Unesco, que se luchará e intentará, lo importante es que haya gente en el medio rural capaz de mantener esta tradición centenaria. El reconocimiento de la Unesco no es sencillo y eso hay que dejarlo claro. Necesita también fondos para establecer una candidatura potente para que sea incluida en el catálogo de posibles bienes de carácter inmaterial y hasta ahora no los teníamos. Ahora, a través de Zasnet, hemos conseguido fondos para luchar por conseguir esa declaración y ahora sí podemos hablar en serio de plantear una candidatura potente.

-El reconocimiento Unesco parece una cuestión más política o burocrática que cultural. Hay otras tradiciones con menos antigüedad que lo han conseguido con más rapidez...

-Yo en eso discrepo porque para nosotros, como identidad cultural, puede ser muy importante pero igual que para otras personas lo suyo. Todo hay que respetarlo y todos tienen la misma valía. Lo importante es llegar a la Unesco con una candidatura potente que esté avalada por la comunidad autónoma, el Gobierno de España y todas aquellas instituciones que tengan un peso específico en el proceso de tomas de decisiones. No creo para nada que tenga que ver con la política sino con que los que evalúan esto, que no tienen por qué conocer la tradición, se encuentren algo potente y avalado.

-¿Ya están en el punto de la consecución de avales?

-En ello estamos, sí. Nos hemos reunido con la Junta de Castilla y León y trabajamos para conseguir nuevos avales. Es lo mismo que hicimos con la Reserva de la Biosfera en su día. Será largo y tampoco hay garantías de éxito, pero lo vamos a intentar.

-¿La tradición está garantizada o corre peligro ante la marcha de jóvenes de los pueblos?

-Me sorprendió mucho del pasado desfile de la Máscara la participación de gente joven que será el germen de la continuidad de las mascaradas, aunque yo siempre digo que los antruejos hay que verlos en su sitio, cambian mucho con respecto a los desfiles. Creo que están aseguradas a pesar de todo. Lo que no está asegurado es que sean quintos porque no es viable, pero ya se han creado asociaciones y los propios ayuntamientos han tomado conciencia de la importancia de su promoción. El coleccionable de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA va a ayudar a esa divulgación.

-El pasado año el Patronato editó una publicación para recoger todas las rutas turísticas de Mascaradas. ¿Hay algún otro proyecto para su promoción a mayores de los fascículos de Calvo Brioso divulgados por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA?

-El año pasado lo que hicimos fue crear tres rutas ordenadas. El segundo paso es señalizar esas poblaciones donde se realizan las Mascaradas y en ese paso estamos. Se trata de conseguir una señalización adecuada para, desde el punto de vista turístico, cualquiera que quiera hacer una ruta lo haga con las mayores facilidades.

-La elaboración de los trajes y piezas que componen los antruejos han pasado por momentos bajos. ¿Han conseguido superar esa traba?

-Por desgracia, eso no se ha resuelto y cada vez es más difícil comprar incluso los materiales. Hoy en día con las restricciones de sanidad animal no es fácil hacerse con pieles o cuernos y cada vez hay menos gente que se dedica a ello. Lo que intentamos desde el Patronato es centralizar las necesidades que tienen para intentar intercambiar materiales y ponerles en contacto.

-¿Cuál ha sido la evolución del turismo desde que está al mando del Patronato?

-Cuando llegué estábamos inmersos en una crisis terrible. Más del 80% de turistas que nos visitan son españoles y cuando hemos sentido el azote de la crisis es cuando menos hemos viajado. Ante esta situación, creamos un plan estratégico -cumplido al 75%- que trazó la línea por la que discurrir y hemos revertido la tendencia. Yo siempre he sido partidario de hacer cada vez más visible aquello en lo que somos potentes. Ha sido una estrategia que hasta ahora está funcionando pero nos gustaría crecer más, dentro de una sostenibilidad y siendo respetuosos con lo que tenemos.

-¿Está teniendo el impacto deseado la llegada de la Alta Velocidad a Zamora?

-Sí y no. Sí porque cada vez viene más gente y eso es innegable. Sin embargo, es un turismo de día porque si tienes la opción de dormir en tu casa... Es algo con lo que tenemos que vivir. Quizá cuando llegue a Sanabria allí sea diferente por sus características.

-¿Está costando superar el tirón de Las Edades del Hombre del pasado año?

-El año 2016 fue un ejercicio muy bueno en términos turísticos, pero 2017 está mejorando. Teníamos el miedo de que tras Las Edades nos quedáramos vacíos pero no ha sido así en absoluto. También es cierto que hemos trabajado para que repitan el destino Zamora y los empresarios ya empiezan a aumentar el gasto en sus establecimientos.

-En el próximo ejercicio habrá 100.000 euros más de presupuesto para el Patronato de Turismo con el compromiso de lanzar las tres rutas de vino certificadas. ¿Qué caminos se van a tomar?

-Ese dinero va a ser para las rutas certificadas. El turismo enológico es una de nuestras mayores potencialidades con un camino importante por recorrer, una senda marcada por las rutas certificadas. Un reto importante que tenemos para 2018 es que esas rutas del vino -en principio, Vino de Toro, Arribes y Tierra del Vino- tengan la potencia suficiente para ser un destino turístico importante. Y yo creo que la van a tener.

-¿Se sintió dolido cuando se le responsabilizó de la pérdida del sello Sicted de Zamora?

-Por encima de las siglas políticas están las instituciones y el turismo. Aquí cada uno tiene que aguantar su responsabilidad, nosotros solo somos responsables del de Toro, igual que el Ayuntamiento de Benavente lo está haciendo muy bien en su municipio. En Zamora, el órgano gestor es el Ayuntamiento y lo que tiene que hacer es recuperar el sello cuanto antes.