El Consejo Rector de Caja Rural aprueba una ayuda directa para la compra de uno de los dos inmuebles del futuro Museo de Semana Santa. Así lo anunció ayer el director general de Caja Rural, Cipriano García Rodríguez, durante el acto de entrega de premios de la Fundación Caja Rural, celebrada un año más en Ifeza. La inyección económica impulsará "un proyecto de todos los zamoranos" que el propio García tildó de "sueño que nos dinamizará social y económicamente", apuntó, tras reconocer el papel de la Junta pro Semana Santa en su "afán de sumar colaboraciones para llevar a buen puerto la infraestructura".

El anuncio sobre la ayuda económica para la nueva casa de la Semana Santa -que arrancó aplausos unánimes del público- fue de la mano del respaldo firme y sólido a ese plan de emergencia llamado Zamora 10. Una iniciativa "que nos ilusiona y nos da renovadas esperanzas" para poner en valor "todo lo que entendamos que sea positivo para mejorar nuestra situación con el respaldo, visión y experiencia de muchas y muchos zamoranas y zamoranos comprometidos en aportar sus capacidades". Porque, a juicio del director general, "Zamora 10 somos todos", lejos de parecer "una improvisación o una idea de cuatro visionarios", defendió. En este sentido, condensó el proyecto con dos palabras: "Un equipo". Un equipo "sin colores ni bandos".

La entidad ratificó su apoyo al sector agropecuario -"cuyo potencial hay que desarrollar"- a través de la aprobación de líneas de ayuda financiera a la sequía ante la situación de precariedad del campo. Un respaldo que, a su vez, tiende la mano al medio rural, escenario con el que Caja Rural ha sido siempre especialmente sensible.

"Hay que estar alerta"

Sin dejar de lado nunca "mi mensaje de ilusión y esperanza", el director general de Caja Rural no pasó por alto un aviso: "Hay que estar alerta". Un estado que lleva implícito el inconformismo porque "no nos podemos conformar con todo lo que hemos construido en estos últimos años, es tiempo de seguir trabajando y de que las palabras den paso a los hechos", apuntó, desde la profunda convicción de "las inmensas posibilidades de esta tierra".

El director aprovechó el repaso a la trayectoria de los premiados para demostrar que "tanto en Zamora como fuera de ella nuestro camino depende solo de nosotros". En este sentido, "al bien hacer jamás le faltará premio", avaló Cipriano García parafraseando al gran Miguel de Cervantes. No obstante, quiso terminar su discurso con algo de su cosecha, en concreto, con una petición -"No se preocupen, es sencilla", matizó- relacionada con el escenario actual: "Ahora es el momento de avanzar con ilusión y fuerza, es el momento de sumar voluntades, de hacer de Zamora lo que es y debe de seguir siendo, una tierra rica y próspera, cada día un poco más, nuestra querida Zamora...".