Investigador de primera línea el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular (y actualmente de Nutrición y Bromatología) de la Universidad de Valladolid Tomás Girbés Juan acaba de estar en Zamora para participar, en el Museo Etnográfico, en uno de los encuentros con "Los mejores de Castilla y León", una inciativa de la Junta diseñada con un formato diferente al de la conferencia habitual, ya que se trató de una especie de entrevista o charla en directo con el periodista Ernesto Escapa. El investigador destaca el papel que la investigación en proteínas tiene en la lucha contra el cáncer, donde cada vez se están consiguiendo mejores resultados y es un firme partidario de los productos transgénicos porque, dice, son una fuente de proteínas fundamental para acabar con el hambre en el mundo y son, hoy por hoy, uno de los sectores más controlados que existen. Por encima incluso de la aviación.

-Participa en una experiencia que se llama "Los Mejores de los Nuestros", ha recibido también en el año 2002 el Premio Castilla y León. ¿Se siente apreciado en su tierra?

-Si. No he nacido en Castilla y León pero llevo 32 años en Valladolid y otros dos en León por lo que a los efectos soy de aquí.

-Durante su trayectoria investigadora ha trabajado sobre todo en campos de bioquímica, biología molecular o biotecnología. En relación al cáncer, ¿cuál ha sido su línea de trabajo?.

-El grupo que yo dirigía se especializó en proteínas que se han utilizado en la construcción de fármacos contra el cáncer y contra otras patologías. En esencia nosotros hemos trabajado digamos en el explosivo que lleva el misil. A veces se utilizan misiles biológicos, fármacos dirigidos a un blanco y nosotros nos hemos especializado en digamos el cargamento explosivo que lleva el misil, no en la quilla sino en la otra parte. Y básicamente esa es una de las líneas de investigación que hemos tenido. Hemos hecho más, de todo.

-¿Una de las principales estrategias de la lucha contra el cáncer es conseguir cada vez fármacos que sean capaces de atacar la diana precisa para acabar con el tumor en cada paciente?

-Exactamente. Se buscan dianas específicas de forma que los fármacos son muy especializados y muy dirigidos con el objetivo de evitar efectos secundarios, que el medicamento actúe sobre la diana y no sobre otros tejidos u otras partes del cuerpo.

-¿Cuál ha sido su labor concreta?

-La búsqueda de nuevas proteínas que se van a utilizar en la confección de esos nuevos fármacos, que normalmente tienen dos partes, una parte guía y otra digamos de destrucción de la célula, como los misiles. Y nosotros hemos utilizado proteínas precisamente en ese aspecto. Y bueno, hemos aislado unas cuantas.

-Incluso han llegado a patentar algunos de estos compuestos.

-Si con algunas patentes.

-¿Es rentable, económicamente hablando, la investigación?

-Es difícil conseguirlo con las patentes en la universidad. Porque las patentes tardan un tiempo en explotarse y tienen un tiempo de caducidad de unos veinte años, con lo que hay que volver a hacer otro tipo de cosas.

-¿Cree que estamos cerca de encontrar el remedio contra el cáncer?

-Poco a poco se va avanzando, cada día más, según el tipo de cánceres, cada vez se van superando, digamos, con mayor eficacia. Pero no se puede decir curar el cáncer, todo o nada, porque hay muchos tipos y terapias, y se va avanzando.

-También tiene bastante trabajo hecho a lo largo de su vida con respecto a la biotecnología de proteínas de vegetales. ¿Qué logros se consiguen con ello?

-Es la manera de luchar contra las plagas, las enfermedades de las plantas y desde luego una herramienta fundamental para combatir el hambre y todo este tipo de dificultades que hay en el tercer mundo. De hecho en el tercer mundo ya hay mucha producción de vegetales por plantas transgénicas. Nosotros hemos ayudado a algunas que se utilizan por otros investigadores para conseguir plantas transgénicas. Esto es un campo amplísimo. Nosotros hemos identificado proteínas, hemos encontrado genes?Hace poco un grupo norteamericano ha utilizado una de nuestras proteínas para explotarla y obtener otras patentes. Esto de la investigación es una especie de cadena, donde unos trabajan en unos eslabones y otros en los siguientes y es una cosa concatenada.

-¿Qué ventajas tienen los transgénicos, lograr plantas más resistentes a las plagas con potencial de acabar con el hambre en el mundo?

-Si, desde luego se está tratando de eso. Porque se está produciendo muchísima planta transgénica que por ejemplo se está utilizando el África o en Asia y bueno, también en España y toda Europa. Lo que pasa es que claro, dicho así tiene muchos detractores, básicamente porque no lo conocen. Y en esencia hoy en día no hay grandes peligros en el uso de este tipo de tecnología porque ha avanzado mucho. Pasa como con los fármacos, que al principio eran muy tóxicos y ahora cada vez lo son menos, y más efectivos.

-La duda es si al "tocar" uno de estos genes para modificar características de las plantas estamos cambiando también otras potencialidades desconocidas que puedan ser perjudiciales para la salud. Incluso aumentar el riesgo de padecer cáncer.

-No, en absoluto. En ese sentido se han realizado muchísimas pruebas y hay multitud de estudios. De hecho se producen muchas plantas que consumimos que son transgénicas, como la soja, que se utiliza para obtener aceite de soja, la colza, hay muchas plantas que ha se producen por vía transgénica que se utilizan normalmente y no son perjudiciales para la salud. Realmente los genes modificados de las plantas lo son de una manera que no tienen ningún efecto en la salud. Vamos, eso pudo ocurrir en animales de laboratorio hace muchos años, pero el tema realmente está muy controlado. En realidad es uno de los campos que más control tiene.

-Sin embargo, parece que está más desarrollado en otros lugares del mundo, como Estados Unidos, mientras que en España no estamos muy por la labor.

-No, no, en España hay bastante producción transgénica. Realmente la oposición que se tiene contra los transgénicos es política, no técnica o tecnológica. Porque eso ha avanzado muchísimo y es cierto que los países más desarrollados son líderes en transgénicos. Y nosotros vamos detrás, claro.

-Existe un temor basado en la posibilidad de que quien controle las semillas transgénicas tenga en sus manos a los países, la alimentación mundial. Porque si las semillas normales las puede conseguir cualquiera las transgénicas están controladas por ciertas compañías. ¿Comparte estos temores?

-Yo comparto una cosa, que es verdad y pasa como con los medicamentos, cada vez que se especializan y mejoran son más caros. Lo que pasa es que eso se debe a la tecnología. Pasa como con los coches, ahora son más caros que antes porque tienen un montón de elementos tecnológicos, son más evolucionados, tienen más seguridad?.

-La tecnología es mejor, más cara y más inaccesible.

- Eso es una cosa y otra diferente el acceso a la tecnología. Es como con los medicamentos, hay fármacos que son carísimos, pero se pueden producir más baratos y los gobiernos lo que tienen que hacer precisamente es procurar que puedan llegar a la gente. No que bajen de precio, eso es otra historia, porque depende ya de estrategias industriales o económicas. A eso no se le puede poner coto, porque sería como decir que los coches alemanes no pueden costar más de 30.000 euros. Oiga, mire, eso no se puede hacer así porque valen lo que valen y la obligación que tiene la Administración es que todo el mundo pueda acceder a todo tipo de fármacos o de medicamentos que sean de utilidad y sirvan a su salud. Esa es la obligación de la Administración y para ello pues se tendrá que poner de acuerdo con las empresas farmacéuticas, con la distribución, etcétera. La política de precios, como su nombre indica, es otra cosa.

-Pero estos avances pueden estar en unas pocas manos que potencialmente tendrán el control mundial sobre la alimentación.

-Eso en muchos casos es fantasía. Un ejemplo. Había un fármaco, sin entrar en tecnicismos, bastante caro distribuido por empresas norteamericanas y también europeas. En India hicieron una patente de ese medicamento muchísimo más barata y tuvieron que llegar a un acuerdo para producir la sustancia mucho más económica y que pudiese tener la gente acceso a él. Eso ya es una política de precios y acuerdos con la Administración que es la que tiene que lidiar con todo esto.

-Si, pero hay empresas que pueden terminar teniendo un poder casi absoluto en la alimentación mundial, se habla de Monsanto...

-Eso pasa con todo, puede ser Monsanto, puede ser la IBM, puede ser la General Motors? según el tamaño de las empresas tienen esa capacidad de presencia en el mercado.

-Con respecto a los transgénicos, por tanto, usted ve más ventajas que inconvenientes.

-Yo creo que a la larga si, porque realmente es la manera de combatir el hambre. Preguntaban a un presidente africano que por qué no pedía ayuda de material transgénico y dijo que no quería nada de eso. Sus colegas de otros países si, y combatieron el hambre con eso. Al final de lo que se trata es de comer o no. Y si se trata de comer con los avances de la tecnología, pues no hay duda. Hoy en día todo es fruto de la tecnología, no se puede hablar de ni un solo campo de la actividad humana que no esté sometido a la tecnología y por lo tanto puede ser que haya abusos, pero por lo general la sociedad tiende a corregir esos abusos.

-En aspectos como la manipulación genética interviene incluso una dimensión ética.

-Si, hay gente que mete ya la ética por todos los lados. Hablar de ética en temas de hambre no se si procede mucho. O se come o no se come. Y al final de lo que se trata es de la producción, y si se produce, por ejemplo, con plantas resistentes a las sequías, que ya las hay, pues ¿por qué se tienen que rechazar?. Y es un producto tecnológico. Lo que tienen que asegurar es tanto las empresas que los producen como las administraciones es que no provoquen ningún tipo de daño ni nada de eso, la seguridad. Y en seguridad, éste es un campo de los más seguros. No hay nada más investigado que los transgénicos, se someten a un control tremendo. Bueno, la industria farmacéutica y alimentaria. La industria de la aviación, como todo el mundo sabe, tiene muchísimos controles. Pues bien, esta todavía tiene más.

-¿Se puede hacer investigación de primer nivel en España?

-Si. De hecho la hemos hecho, tanto nosotros como otros grupos. De lo que se trata es de utilizar lo mejor posible los medios que hay y nosotros tenemos pocos medios. Comparados con otros países somos de lo más eficientes posible, nosotros somos capaces de publicar en las mismas revistas y hacer aportaciones similares con muchísimos menos medios. Eso que pudiera pensarse que es una heroicidad, en realidad es una queja, deberíamos tener más medios. Muchas veces el desarrollo científico aquí en España se ha hecho a base del heroísmo de la gente y así no se puede construir un sistema de investigación serio y sustentable, que dure en el tiempo. Tenemos bastante que aprender todavía de los anglosajones.

-Pero ya nos los vamos creyendo, ¿no?

-Si, vamos creciendo, tenemos grupos de talla internacional y en algunos aspectos somos bastante punteros. Va subiendo el nivel, se van haciendo cosas, pero todavía poco. Y cuando hay alguna restricción siempre acabamos pagando los recortes. También es verdad que nosotros hacemos el desarrollo científico y son las empresas las que se tienen que encargar del desarrollo tecnológico, pero el tejido empresarial español es bastante débil todavía.

-¿Y en Castilla y León, aunque seamos una región modesta que tal funcionamos?

-Es una región modesta pero desde el punto de vista de la investigación, mejor que otras que tienen más dinero que nosotros. Pasa lo mismo que con la docencia, que Castilla y León sale en los informes Pisa muy bien. Con menos medios hacemos más cosas. Los castellanos y leoneses tienen un espíritu muy esforzado y en ese sentido somos muy luchadores.

-¿Qué importancia le da al aspecto de difusión científica?

-Mucha, hay que ver el resultado y quién lo consigue.