Todo un referente del movimiento femenino en la capital se despidió esta semana de sus compañeras de la agrupación Mujeres por la Democracia-Beatriz de Suabia. Paula Ranilla dejaba la dirección de este colectivo debido a su marcha de Zamora, ya que cambia su lugar de residencia por motivos familiares, y un nutrido grupo de miembros de esta agrupación solidaria quisieron rendirle un homenaje con una comida que congregó a más de cuarenta mujeres de todas las edades, que han pasado por esta agrupación y siguen colaborando con sus diversas iniciativas a favor de la promoción de la mujer.

Este emotivo encuentro sirvió sobre todo para agradecer la labor "totalmente altruista" de Paula Ranilla desde que se inició la asociación Beatriz de Suabia -conectada directamente con el Partido Popular- a finales de los años ochenta. Desde cualquier de los puestos que ha ocupado, desde simple voluntaria hasta alcanzar la dirección de este colectivo, Ranilla se ha caracterizado por su labor a favor de la mujer, cuando todavía no era muy habitual realizar cursos y talleres para ayudar a mujeres víctimas de la violencia doméstica o ayudar a emigrantes. "Siempre ha sido una mujer muy activa y ha conseguido muchas cosas con poco dinero", apunta una de sus compañeras, Marisa Martín, quien recuerda que su labor iba mucho más allá de lo estrictamente profesional. "Ella no paraba de viajar y buscar colaboración, llamar a la puerta de cualquier institución, y en muchas de esas ocasiones, costeándoselo de su propio bolsillo", subraya.

Por todo ello, más que una despedida a una presidenta de una asociación, la comida de hermandad de esta semana fue un acto de verdaderas amigas. "Más que una asociación, a todas os considero como mis amigas", apuntó emocionada Paula Ranilla cuando tomó la palabra en este sentido homenaje, que para ella "no es un adiós, sino un hasta mañana", aseguró.