Pocas veces un almacén tendrá tanto pedigrí como la iglesia de Santa Lucía. El templo, que sirve para guardar piezas del anejo Museo de Zamora y funciona como almacén visitable acaba de recibir el visto bueno del Consejo de Gobierno de la Junta, que en su reunión de ayer autorizó la declaración de bien de interés cultural (BIC) con categoría de Monumento. Al mismo tiempo, se delimita un entorno de protección teniendo en cuenta su ubicación dentro del casco histórico, cerca del Puente de Piedra y al lado de la Casa del Cordón.

De la fábrica románica, solo restan a la iglesia el muro norte y parte del hastial, su imagen actual es el resultado de las numerosas reformas sufridas a lo largo de su historia. En el siglo XIV, se construyen los grandes arcos diafragma de la nave y a comienzos del siglo XVI, se construye a los pies de la nave meridional del templo, la Capilla de la Soledad, con una magnifica crucería gótica, mandada hacer por Antón Hernández y su mujer Benita Lozana en 1522.

En el siglo XVII, se reformó la cabecera, abriendo en el testero de la Capilla Mayor un camarín típicamente barroco y realizándose la portada meridional, de sencilla composición manierista. Durante el siglo XVIII debieron voltearse las bóvedas tabicadas que cubrieron los tres tramos de la iglesia, hoy desaparecidas. Ya en 1745 se levantó la espadaña situada en el hastial. En 1731 el patronato de la capilla recayó en la familia de don Blas de Zuezo, situada delante del altar de la capilla y oculta hasta 1986, fecha en que la iglesia pasó a ser almacén del Museo Provincial de Zamora y se acometieron diversas obras de acondicionamiento para adecuar el edificio a su nuevo uso museístico. En 2008, tras la intervención promovida por Zamora Románica, se han puesto al descubierto un interesante conjunto de pinturas murales que habían permanecido ocultas tanto en la iglesia, en la bóveda de la capilla mayor, en la del crucero, y en la capilla de la soledad delos siglos XV, XVI, XVIII y XIX.

La iglesia actual consta de una nave, con tres tramos separados por arcos diafragma, a la que se adosan capillas por sus dos costados. En el primer tramo, se abre la capilla de la Soledad, en el tramo siguiente se sitúa la portada de la iglesia hacia la Plaza de Santa Lucía. El tercer tramo posee mayor altura que los dos anteriores y es abovedado. La cabecera se abre a la nave mediante arco de medio punto y por el lado opuesto se remata con camarín de planta hexagonal. El espacio de la cabecera comunica interiormente con la antigua sacristía del lado de la Epístola. La puerta principal hacia la plaza se halla enmarcada por un doble arco de medio punto sobre pilastras que forman un sutil rehundido y sobre ella se sitúa una hornacina, también rematada en arco de medio punto, actualmente desprovista de toda decoración e iconografía.

Al exterior la iglesia presenta una atractiva proporción en sus volúmenes. A los pies de la nave por el lado sur, destaca la espadaña de tres cuerpos con balconcillo de madera hacia la cubierta de la iglesia. En el segundo de los cuerpos de la espadaña, se abren dos huecos rematados en arco de medio punto que alojan campanas en su interior. El cuerpo superior dispone de un hueco, también rematado en arco de medio punto, de menor dimensión que los anteriores. Toda la construcción está ejecutada con sillares de piedra arenisca de Zamora. Las cubiertas son de teja árabe a excepción del tejadillo que cubre el camarín y el que cubre el balcón del cuerpo de campanas inferior de la espadaña, que son de pizarra.